Ella está conmigo.

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#Marcos

-Te dije que te dieras prisa, deben de haber estado esperándonos unos veinte minutos -me dice Mía desde el asiento del copiloto. Joder. Está extremadamente sexy con ese vestido corto y pegado que se había puesto. No me puedo imaginar como se vería en uno de mis coches, jodidamente sexy en mi Ferrari. Seguro.

-Créeme, estarán metiéndose mano. Ni se habrán dado cuenta de la hora, nena.

- ¡Marcos! - aparto la mirada divertido de la carretera para dirigirla a Mía brevemente, sabiendo que me regaña por si Olivia me escucha, así que miro por el espejo interior del coche para asegurarme de que sigue peinando a su muñeca. Es una de las que hemos comprado esta tarde, no la ha soltado desde entonces.

- Tranquilízate nena, está bastante entretenida con esa muñeca.

- No deberías haberle comprado tantas cosas, vas a acabar por malcriarla.

-Solo quiero darle lo que no le he dado en todo este tiempo.

-Cielo, eso es muy bonito. -Aparco el coche por fin. Joder lo que cuesta encontrar un aparcamiento en esta maldita ciudad.

-Ya bueno, no tienes porqué contarlo. ¿Vale? -digo bajándome del coche antes de dirigirme a la parte de atrás para ayudar a Olivia a salir.

-Vale, chico malo.

- ¡Papá! ¡A hombros! ¡A hombros! - dice mi hija tirando de mi pantalón hacia abajo. No me lo pienso dos veces y la siento sobre mis hombros mientras se ríe, le encanta ir ahí.

- Un segundo, deja que os eche una foto. ¡Olivia sonríe! - Mía saca rápidamente su móvil y toma la foto, observo la sonrisa de mi hija cuando veo la pantalla del móvil.

-Pásamela, será mi nuevo fondo de pantalla. -Mía sonríe y me abraza, así que sujeto las piernas de mi hija con un brazo y rodeo a mi novia con el otro mientras nos adentramos en la feria.

- ¡Mira mami! ¡La noria! - Olivia no para de exaltarse por cada cosa que ve. Yo le prometo que después de cenar la subiré en todo, y Mía me regaña por consentirla.

- !Es aquí viejo! ¡¿Es que ya no ves o que?! -los tres nos giramos al escuchar su voz.

- ¡Tito Ryan! -Dejo a Olivia en el suelo cuando se inquieta sobre mis hombros, y sale corriendo como un rayo hasta llegar a los brazos de Ryan.

- ¡Preciosa! -observo como Ryan coge a mi niña en brazos, y ella con su pequeño vestido blanco y los dos "kikis" que le ha hecho Mía antes de salir, abrazándose al cuello de mi amigo. Mía también está abrazando a Lili, y de repente siento algo que no sé cómo explicar. Por un momento me siento fuera de lugar entre ellos.

- ¡Madrina! -Lili también coge a Olivia en brazos y empieza a dejarle besos por toda la cara. La pobre ya está acostumbrada.

- Deja de mirarme tanto, sé que se me nota el gimnasio, pero vas a ponerme nervioso. -Me giro hasta quedar frente a frente con Ryan.

-Si vuelves a llamarme viejo delante de mi hija, conocerás los años de este. -Le señaló mi puño derecho y todos empezamos a reírnos, excepto mi hija, que no entiende nada.

- Ven aquí anda - dice Ryan al abrazarme.

- Mami, tengo hambre - dice Olivia tirando del vestido de mi mujer.

- Eso no puede ser, si mi niña tiene hambre, su tío lo soluciona. ¿Qué quieres? ¿Hamburguesa? ¿Un perrito caliente? - Ryan coge a mi hija y se la lleva hacia la cola para pedir. Yo sonrío agarrándole la cintura a Mía.

-¿Que queréis vosotras? Nosotros pedimos, coged mesa. - Apuntó en mi móvil lo que quieren cada una y me voy hasta la cola con Ryan y con Olivia mientras ellas se sientan en una de las mesas. Supongo que querrán ponerse al día.

- Papi.

-Dime, cariño -le digo cuando llego hasta ellos.

- Él tío Ryan me ha prometido que os vais a subir donde yo quiera conmigo. -Miro a Ryan fulminantemente.

- ¿De qué vas? -le digo sin que Olivia pueda escucharnos. Una cosa es que malcríe yo a mi hija, y otra que lo haga él.

- ¿De qué vas tú? ¡Complace a tu hija! - voy a callarme y a dejar pasar el tema que va a ser lo mejor.

- Papi, ¿con quien está hablando mami? -me giro ya con una de las bandejas de comida en la mano mientras esperamos a que le den a Ryan otra con lo que falta. Pero no puedo apartar la mirada de los dos niñatos que están hablando con mi mujer y mi amiga.

- Eh, tío. Mira eso. -Ryan se gira ya con la bandeja en sus manos y se para a mirar lo mismo que yo, no le ha hecho ninguna gracia tampoco. Mi piel empieza a quemar, mis puños empiezan a arder, hacia mucho que no sentía esto. Que no tenía ganas de estrangular al primero que se me pusiera por delante.

- ¿A partir de qué edad se les puede dejar solas sin que se acerque nadie a ellas? - dice mi amigo. Tiene razón, los tíos miraban a Mía incluso más ahora, que ya era una mujer. Y eso me ponía de muy mal humor.

- Vamos. - Ryan asiente, y yo me aseguro de que Olivia no se separe de nuestro lado hasta llegar a la mesa.

-Perdonad chicos, muchas gracias por el halago pero ambas tenemos pareja.

-No somos celosos -escucho a uno de los chavales responder a Lili.

-Sí, yo además soy madre. Así que os agradecería que os marchaseis antes de que nuestros novios lleguen y monten una escena.

- Tú madre. Nena, eso no hay quien se lo crea. - Esta vez apresuró el paso hasta dejar la bandeja sobre la mesa y encararme a los niñatos.

-Está conmigo imbécil - digo poniéndome frente a frente con el que le ha contestado a Mía. Nadie. Nadie tenía el derecho de llamarle nena si no era yo.

-Sí, y ella está conmigo -dice Ryan haciendo lo mismo que yo.

-Vaya, ¿y como se os ocurre dejar a dos tías como ellas solas? -dice el chico frente a Ryan. ¿Está de coña? ¿Porqué le contesta?

- Fuera. -Escupe Ryan.

-Eh, nosotros no somos celosos. -Está vez el chaval frente a mí no solo contesta, sino que también le guiña un ojo a mi mujer en toda mi cara. Suficiente para que le coja del cuello de la camiseta y lo acerque a mí.

-Papi -escucho decir a mi hija. Mierda,

-Marcos, no. - La impotencia me quema, si Olivia no estuviese delante...

-Escúchame yo si soy celoso, y lo mío es mío y punto. Ahora vete. -Los chavales se ríen, mal hecho. Cojo al niñato frente a mí y le agarro con fuerza del codo presionando justo sobre el hueso de la risa. Sonrío cuando veo su cara de dolor.

-Fuera. -Dice Ryan nuevamente. Suelto al chico, y rápidamente se agarra a su amigo antes de caer al suelo.

- No sabéis con quien os habéis metido.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now