VOLVER A TENERTE. (II)

No te he pedido ninguna explicación, Mia.

#Mía

-Pues sí Mía. Efectivamente, estás embarazada de poco más de un mes diría yo. -Dios mío, eso significa que Marcos y yo hemos concebido a nuestra hija posiblemente en la primera o segunda relación que tuvimos al volver a vernos.
Miro a Marcos, quien no deja de mirar la pantalla con Olivia en brazos, quien mira extraña al doctor. Normal, que iba a pensar una niña de casi cinco años que ve como un extraño pone gel en la barriga de su madre para poner sobre ella una máquina que detecta al bebé. Un poco complejo todavía.

- ¿Es un niño o una niña? -pregunta mi hija haciéndonos reír a los tres. Parece que a Marcos ya se le ha pasado lo que fuese que le pasaba.

- Todavía es muy pronto para saberlo, pero os daré cita para la próxima revisión -dice el doctor. - ¿Tu quieres una hermanita o un hermanito?

- Una hermana para jugar a las princesas juntas -dice Olivia vergonzosa tras esconderse en el cuello de su padre. Yo los miro con adoración, imaginando que pronto seríamos uno más.

- ¿Está todo bien doctor? ¿El bebé está sano? ¿No es un embarazo de... de riesgo? -Julio me lanza una mirada de pena cuando recuerda el porqué de las preguntas de mi chico, y enseguida se pone frente a él para hablarle firmemente.

-Despreocúpese Marcos, ahora todo está bien. Algo me dice que este no va a ser un embarazo de riesgo. -Marcos sonríe al instante y le da las gracias al doctor poniéndose en pie con Olivia cogida de su mano.

-No sabe lo mucho que me agrada escuchar esa noticia doctor, muchas gracias.

- Eso no significa que la señorita Mía no necesite muchos cuidados.

-Descuide -le dice Marcos mirándome fijamente abrocharme el pantalón. Segundos más tarde los observo hablar en susurros, y enseguida me puedo imaginar cuál es el tema de la conversación. Qué vergüenza.
Marcos sale de repente con Olivia y nos deja a ambos solos, por lo que no desaprovechó la oportunidad y me pongo cara a cara con Julio.

- Muchas gracias doctor, ha sido una gran idea que vuelva a tratarme usted.

-Mía, no sabes lo feliz que me hace volver a verte, y saber que al final esa niña está aquí en el mundo, sana y feliz con sus padres. Incluso su novio parece mucho más educado que la última vez que nos vimos.

-Sí, no ha sido fácil para ninguno de los dos pero parece ser que hemos vuelto al punto de partida -le digo señalando su consulta su consulta.

-Mía, Marcos ahora... ¿te trata bien? - Su pregunta hace que mi corazón se pare por unos instantes, ¿estaba insinuando que Marcos abusaba de mí? ¿Eso era lo que Julio había creído todo este tiempo?

- Marcos nunca me ha hecho nada -le digo cortante - si no que todo lo que le ha rodeado durante mucho tiempo a acabado repercutiendo en nuestras vidas, o mejor dicho, en nuestra relación. Pero él nunca me pondría una mano encima si eso es lo que piensa.

-Mía yo... no sé qué decir. Apenas supe que pasó, lo único que sabía era el mal estado en el que te encontrabas, nunca he tenido un caso así en todos mis años de carrera. Lo siento si te he ofendido, no era mi intención.

-No, no te preocupes, supongo que cualquiera lo pensaría si estuviera en tu lugar y hubiera tenido que ver lo que vistes tú.

Flashes y flashes me vienen a la memoria recordándome mi estancia aquí, cuando supe que iba a ser madre, cuando apenas podía respirar, cuando le temía a todo, cuando le temía a Marcos... Ojalá pudiera borrar toda aquel fatídico momento de mi vida de mis recuerdos. Pero no podía, no podía y sabía que era algo que me iba a acompañar hasta el día de mi muerte.

- Bueno, creo que es mejor que te vayas o ese muchacho vendrá y acabará conmigo por retenerte aquí tanto tiempo -me río imaginándome la escena. Ciertamente no estaba muy alejado de la realidad.

- Adiós Julio, cuídate.

-Cuídate tú y cuida a ese bebé, sois una pareja muy especial, Mía. - Julio me vuelve a estrechar en sus brazos antes de salir, y yo me siento bien al instante. Por muchas cosas malas que me hayan pasado, es gracias a él que tengo a mi hija, y solo por eso le debo todo y más. En esta ocasión, lo bueno superaba a lo malo con creces.

- Listo -les digo a Marcos y a Olivia cuando salgo de la consulta - vayámonos, tenemos un cumpleaños que celebrar, ¿no? ¿O me equivoco?

-¡Sí! -Olivia comenzó a dar saltos de la emoción, mientras que mi chico me sostenía la mirada sin ningún tipo de expresión en su rostro. Vaya, me parece que alguien tiene algo así como... ¿un ataque de celos?

- No me interesa lo más mínimo ese hombre -le digo directamente a Marcos cuando ya entramos en el ascensor. Miro a Olivia de reojo mientras juega con su muñeca, no debería de tener que escuchar nada de esto.

-No te he pedido ninguna explicación, Mía. - Él ascensor se abre, y él sale en dirección al parking con nuestra hija de la mano, sin importarle en lo más mínimo dejarme allí anonadada. ¿Porqué no me dice nena? ¿Cielo tal vez? ¿Qué mosca le había picado?

- Deberías de expresar felicidad por lo menos, acabas de enterarte de que vas a ser padre por segunda vez -le reprochó de mala gana mientras me abrocho el cinturón. Me estoy poniendo de muy mal humor.

- Estoy feliz -dice como si nada. ¿De verdad? ¿Es que acaso pretendía sacarme de quicio esta mañana?

- Marcos si no me dices que te pasa, vamos a tener un gran problema. Yo no pienso pasar el día rodeada de toda tu familia mientras tú me hablas como si fuese una desconocida. - Él me lanza una mirada rápida antes de seguir conduciendo, estoy segura de que se ha dado cuenta de lo molesta que estoy ahora mismo.

- Sé que hice las cosas mal en su momento, tu también, pero no entiendo la relación que tienes con ese hombre.

- Así que son celos - le digo mirándole fijamente. Él sin embargo prefiere seguir pasando de mí. - ¡Marcos! ¡Me puedes contestar! ¡Estoy aquí!

- Dejaré que sigas yendo a ese doctor de nuevo si eso es lo que quieres, pero que sepas que ahora llevas otro hijo mío en camino.

- ¿Marcos que dices? ¡¿Te estás escuchando?! -le gritó ya sacada de quicio. ¿De verdad había sido para tanto?

- Joder Mía, que sé cuándo un tío es profesional, y se cuando un tío quiere algo más. ¡Y ese lo quiere! ¡Y no me da la gana! ¡No me da la gana porque tú eres mía!