Allá voy.

45.6K 2.8K 676
                                    

#Marcos.

El beso se torna cada vez más intenso. Joder. La necesito. Necesitaba esto, después de cuatro años... hecho tanto de menos hacerle el amor, besarle, quererle, despertarme con ella. Me dolía haber acabado así las cosas con Cloe, no iba a mentir. Pero es que Mía me tiene de alguna manera conectado a ella. Es como una droga para mí.

-Nena - digo volviendo a besarla. No puedo parar, sus labios son una adición para mí.

-Ma... Marcos - dice ella en un susurro separándose de mí. ¿Qué pasa? ¿Qué está mal?

- Nena - digo mientras alzo la mano para acariciarle la mejilla, pero noto como un leve temblor recorre su cuerpo. Y se aleja de mí.

-Perdón - me dice agachando la cabeza. Joder, porqué siempre tengo que ser tan impulsivo. Porque no puedo pensar las cosas dos veces antes de hacerla.

-Eh, mírame - le digo levantándome su mentón- No pasa nada, ¿vale?

- ¡Mami! ¡A comer!- escucho gritar a Olivia desde otra habitación. Mía sigue sin contestarme, así me dispongo a volver a ser yo quien hable cuando ella estampa sus labios con los míos sin previo aviso. Estoy flipando.

-No pienso dejar que esto vuelva a separarnos - me dice aún con el cuerpo tembloroso mientras se separa de mí. Yo le abrazo, rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos mientras le dejo un beso en la cabeza.

-Mía, tú hija lleva llamand- dice Lili abriendo la puerta del salón de par en par- perdón, ¿interrumpo algo?

- No- dice Mía.

-Sí- digo yo a su vez de mala gana.

- Parece que todo vuelve a la normalidad - dice Lili mientras nos mira con un gesto tonto - venga, vamos a comer antes de que a tu hija le dé un berrinche.

-Nuestra hija- corrijo yo bajo la atenta mirada de Mía, que aún está abrazándome.

- Claro, ¿qué ha hecho Polo? - dice Mía cuando se separa de mí para ir tras su amiga. Yo aprovecho para quedarme donde estoy unos segundos y disfrutar de ella, de su cuerpo, de su figura y su forma de caminar. Siempre me había parecido sexy su forma de moverse. Era una seductora nada, seducía de manera casi inconsciente.

- ¡Marcos! ¡Aquí! ¡Te he guardado un sitio para que te sientes a mi lado! - dice Olivia gritando. Está feliz, y a mí se me ensancha el pecho cada vez que veo lo bien que se lleva conmigo. No puedo esperar para contárselo.

- Vaya, gracias- le digo observando a Mía, que nos está migrando con nostalgia. La conozco mejor que a nadie en el mundo, si las cosas fuesen de otra manera, yo ya estaría llenándola de besos.

- Bueno, ¿y cuánto tiempo te quedas? - le dice Polo a Lili mientras el resto comemos.

- Creo que me quedaré una semana entera, probablemente Ryan venga mañana o pasado y se quede conmigo.

- ¿Tito Ryan? - dice Olivia mirando a Mía que asiente en su dirección.

- ¿Entonces no te quedas aquí?- Mía parece algo triste cuando pregunta, pero qué más da si se queda o no se queda. Que me pregunte a mí, ya verás la respuesta.

- No, Ryan ha alquilado una habitación en el hotel que hace esquina justo en esta calle - Mía asiente. Y así se pasan todo el almuerzo, hablando sobre cosas de chicas y temas triviales a los que apenas presto atención ninguna. Pero cuando se trata de Olivia hablando...

-¿Sabes que dentro de unos días es mi cumple? Estás invitado- me dice mientras toma agua de su vaso con ambas manos.

- Oli, tú cumpleaños es dentro de un mes. Todavía queda mucho. - le dice Polo. Olivia baja la cabeza y enseguida la vuelve a subir.

-Quiero un poni, Marcos. Me dijisteis que me darías todo lo que quisiera. - ¿Un poni? ¿Para que quiere un poni en Nueva York? Escucho a Mía y a Lili reírse, supongo que del color de mi cara porque se me ha ido por completo.

- ¿Eso es lo que quieres? ¿Un poni? - pregunta esperando una respuesta diferente. Olivia asiente, y yo miro a Mía que me dice con el movimiento de los labios "ni de coña".

- ¡Sí! ¡Un poni blanco!

-¿Y no prefieres alguna otra cosa? Seguro que hay regalos muy guays para niñas de cuatro años- le digo bebiendo mi refresco mientras sea resto nos miran expectantes a la conversación.

-Sí, que mamá y tú seáis novios, y os deis besitos de novios. - Yo casi me atraganto con la bebida mientras miro a Mía que está tan roja que parece que va a estallar. Polo y Lili se han quedado igual, segundos después se reían a carcajadas.

- Jo-der- dice Polo.

-Dios, santo - susurra Lili esperando nuestra respuesta. Yo le lanzo una mirada a Mía preguntándole con él movimiento de los labios si ella le ha dicho algo, pero cuando me responde negando con la cabeza, decido que ya es hora de dejar las cosas claras.

-Está bien Oli. Tú mamá y yo no estamos juntos, pero te prometo que seremos novios muy pronto. - Escucho a Lili emocionarse al instante, al igual que lo hace mi hija en este momento.

- ¡Marcos! - réplica Mía al momento. ¿Qué esperaba? ¿Qué le siguiese mintiendo a mi hija?

- ¡¿De verdad?! ¡¿Vas a ser mi papá?! - entonces mi corazón se parte. ¿Qué debía contestar ahora?

- Olivia- le dice Polo con tono de advertencia.

- Perdón, ya sé que son cosas de mayores. - Nadir dice nada, simplemente observamos cómo Olivia agacha la cabeza triste y sigue comiéndose el arroz de su pequeño plato.

-Marcos. -Me giro al escuchar a Mía llamarme suavemente. Ella no me dice nada, se queda mirándome unos segundos fijamente. Creo que sé lo que está a punto de pasar...

- Chicos, ¿nos pueden dejar a solas? - Lili y Polo se levantan rápidamente de la mesa mientras recogen nuestros platos para dirigirse a la cocina. Yo sigo sin apartar la mirada de Mía, ella tampoco aparta la suya de mí.

- ¿Mami qué pasa? -dirijo mi mirada hacia mí hija. Por fin iba a hacerlo, iba a decírselo.

-Nada malo, cielo. Nada malo.

- ¿Empiezo yo o empiezas tú? - le digo a Mía con el corazón a mil por horas.

- Tú. - Creo que ella está incluso más nerviosa que yo.

-Está bien. - Allá voy...

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now