Lo siento.

45.9K 2.8K 818
                                    


#Marcos

Me quedo de piedra cuando escucho a Cloe. ¿Qué podía contestar a eso? ¿Es que acaso me quedaba otra opción además de decir la verdad?. La miro fijamente, ella tampoco aparta la mirada de mí.

-Respóndeme Marcos, es por ella. No es por ti ni por tu hija tampoco.

-No metas a mí hija en esto - digo furioso. Olivia no tiene nada que ver aquí.

-¿De verdad Marcos? ¿De verdad vas a ser tan estúpido de creerte todo esto? ¿De creer que esa mujer todavía te quiere después de estar cinco años sin ti? - Sus palabras me martillean en la cabeza una tras otra lentamente.

-Cloe, no quiero portarme mal contigo, pero tú no sabes nada de lo que ha pasado Mía estos años.

-Ahora la defiendes- dice negando con la cabeza- ¿Sabes lo que sí sé? ¡Sé que gracias a mí has salido de toda la mierda en la que estabas metido por culpa de ella! ¡Qué yo he sido la que ha estado ahí para intentar arreglar todo el desastre que ella dejó! ¡Qué gracias a mí ya no tienes depresión!

-Cloe, cálmate. Vamos a hablar las cosas como dos personas civilizadas. - Pongo mi mano sobre su hombro, pero ella cae de inmediato en el chaise longue sin para de llorar mientras siento la culpabilidad azotándome con una fuerza feroz.

- ¿Así va a acabar todo? - dice mirando a la nada mientras vuelve a coger su copa de vino para darle otro sorbo. - Madre mía. ¿Cómo he podido ser tan gilipollas? Yo aquí, dándote mi voto de confianza, esperando que arreglases las cosas con tu hija y que con eso pudieras volver a ser plenamente feliz. Creía que éramos felices.

- Yo he sido muy feliz contigo. -Intento hacer que me mire alzando el todo de voz, pero su mirada está puesta en un punto fijo del suelo, con los ojos abiertos de par en par.

-No lo suficiente. De hecho, solo te ha hecho falta dos días y medio para tirar por la borda un año y medio de relación. ¿Recuerdas cuando nos conocimos? -dice llenándose de nuevo la copa.

-Cloe, creo que no deberías beber más. -Intento quitarle la botella de la mano, pero ella es más rápida y levanta la mirada para fulminarme con ella y apartar la botella de mi de un solo jalón.

-Té pasaste toda la noche hablándome de el daño que te había hecho una mujer. No parabas de hablar de ella y yo pensé: Wuau, yo quiero algo así... Fui tan intensamente tonta.

-Deja de insultarte Cloe, me estás poniendo muy nervioso.

- ¿Como he podido estar tan ciega? - dice mientras analiza mi rostro por segundos- No creo si quiera que me hayas querido.

-Eso es mentira. Claro que te he querido, no digas estupideces - le rebato. Ella niega con la cabeza mientras sonríe levemente, como si todo esto le divirtiese.

- La culpa es mía, Marcos. Me enamoré de ti incluso sabiendo que seguías enamorado de ella. No sé porque pensé que en algún momento iba a poder borrarla de tu mente, o al menos hacer que no te afectase tanto todo lo relacionado con ella.

- Té lo repito Cloe. Claro que he sentido cosas por ti.

-Mañana tomaré el vuelo que teníamos previsto para los dos. Supongo que iré sola. - Yo asiento sin querer echar más leña al fuego. -Claro. Esta noche dormiré en la habitación de invitados, no creo que pueda soportar dormir en el mismo colchón que tú una noche más, debí haber hecho esto hace mucho tiempo.

-Cloe, no hagas las cosas más difíciles. - Pero ella niega mientras la observo caminar hasta la cocina para dejar la copa sobre la encimera.

-Solo quiero saber una cosa más, Marcos - yo asiento de inmediato esperando su pregunta- ¿Te has acostado con ella estando aquí en Nueva York? ¿Después de acostarte conmigo el día que llegamos?

-No -digo agachando la cabeza mientras niego con ella. No puedo sentirme más miserablemente en este momento.

- Júramelo -observo su rostro por unos segundos mientras una lágrima vuelve a caer por su mejilla seguida de algunas más.

-Solo la he besado, hoy de hecho. No pienso mentirte. Es todo lo que he hecho. -Ella cierra los ojos fuertemente por unos segundos, y sin mediar una sola palabra más, se da media vuelta y desaparece de la habitación, mientras yo me quedo allí frente al gran ventanal con vistas a todo  Manhattan, sintiéndome como un desgraciado.
Apago las luces, me sirvo un wisky antiguo y me siendo frente al ventanal. Las luces del resto de los edificios son suficientes para alumbrar la ciudad. ¿Porqué tenía que ser todo tan complicado? ¿De verdad Cloe piensa que no la quería?. Claro que la quería, la quiero de hecho, la quiero y quiero que sea feliz. Pero nunca voy a poder controlar lo que siento por Mía, por la madre de mi hija, ella está hecha para mí, a mi medida. Perfecta con sus imperfecciones y con sus perfecciones también. Lo que había entre esa mujer y yo iba mucho más allá del amor que hay en las relaciones de hoy en día, nosotros estábamos conectados, obsesionados el uno con el otro, no nos hacía falta ni hablar para saber lo que pensaba el otro, nos necesitábamos. Éramos almas gemelas, y estaba seguro de eso.

-Mañana mismo me voy -escucho muy bajito. ¿Con quien está hablando Cloe a estas horas?. Son las tres de la madrugada. -Ha sido muy duro para mí. Creía que entre nosotros había algo más, algo mucho más fuerte. Pero él nunca ha dejado de quererla.

Entonces escucho como Cloe vuelve a romper en llanto mientras bebo de mi wisky. No me va a perdonar nunca en la vida esto, y seguramente yo tampoco lo haga. Así que me paso el resto de la noche escuchándola llorar, hasta que después de un largo tiempo solo se oye el silencio en la suite, por lo que decido levantarme para irme a la cama e intentar dormir. Pero una fuerza dentro de mí hace que me pare de camino a la habitación y me dirija donde se encuentra ella.

-Lo siento-susurro desde la puerta mientras la veo dormir con todo el maquillaje corrido a causa del llanto. - Espero que algún día puedas perdonarme.

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now