Porqué no lo hiciste.

45.8K 2.8K 399
                                    


#Mía

-Me escuchaste hablando por teléfono, ¿verdad?- me dice Marcos con una voz más calmada. Por lo menos ahora no está enfadado.

-Sí- le digo agachando la cabeza. No sé si estoy preparada para escucharle hablar de otra mujer, de cómo quiere a otra mujer. Pero al ver su mirada puesta fijamente sobre mí, entiendo que no va a dejarlo estar.

-Se llama Cloe y está aquí en Nueva York conmigo. - Estoy nerviosa, mis ojos evitan los suyos, pero los suyos parecen que vayan a quemar mi piel.

- Lo sé. Os vi ayer entrando en un restaurante cuando iba de camino a casa- mis ojos se conectan con los suyos haciendo que sienta una presión en el pecho al instante- Es muy guapa.

-Sí, sí que lo es. - No deja de mirarme, quiere ver mi reacción. Y me estoy poniendo muy nerviosa.

-Marcos, si no quieres no tenemos porqué hablar de esto, yo- pero como siempre, me interrumpe.

-No, tenemos que hablar de esto. También tenemos que hablar de esto, y está bien que lo hagamos. Es necesario si queremos que todo vaya bien- me dice tan decidido, que solo puedo asentir como respuesta.

-Me alegro de que volvieses a rehacer tu vida amorosa- le digo intentando que no se me note el nudo en la garganta.

-Mía... -Creo que se ha dado cuenta de que estoy aguantando mis ganas de llorar.

- No Marcos. He pasado mucho tiempo sin saber nada de ti, pensando que me odiarías por haberme ido como lo hice. Pero no lo haces, estás aquí dispuesto a llegar a un acuerdo conmigo por nuestra hija. Quiero que sepas, que aunque estés con otra y tengas ya una nueva vida hecha, yo siempre me voy a alegrar por ti. -Marcos aparta su mirada de la mía en cuanto ve una lágrima escapándose de mi ojo derecho.

-Voy a fumarme un cigarrillo- me dice con la voz ronca- pide tú por los dos.
No me da tiempo a contestar nada, cuando ya se ha levantado de la mesa. Y como si mi cuerpo lo estuviera esperando, las lágrimas empiezan a salir de mis ojos a borbotones mientras intento que no me escuchen llorar el resto de las mesas que están a mi alrededor. Inconscientemente, giro mi cabeza hacia el ventanal y me encuentro con Marcos apoyado en un muro mirándome fijamente. Me ha visto llorar a lágrima viva, y ahora parece que está... triste.

-¿Le tomo nota señorita? - dice el camarero de antes. Yo asiento mientras termino de secarme las lágrimas.

-Sí, una lasaña para dos.

-Perfecto. ¿Algo más?- Yo niego con la cabeza ofreciéndole lo más parecido a una sonrisa que puedo darle en este momento. Es bastante amable el chico.

- ¿Has pedido?- dice Marcos llegando minutos más tarde. Yo asiento con la cabeza cabizbaja, necesito que todo esto acabe pronto.

-Lasaña.

- Mi favorito- susurra él.

-No sabía con qué otra cosa acertar. -Entonces vuelvo a mirarle, y sé al instante que está pensando en lo mismo que yo. La primera y única vez que he cocinado lasaña para él, en su casa con su madre y sus hermanos. Le encantó.

- Cierto. Mía, creo que deberíamos hablar de cómo vamos a hacer para poder pasar ambos el máximo tiempo posible con Olivia.

- Té vas de Nueva York- le digo al instante. Él asiente.

- Estaré una semana más como mucho, tengo que volver a la empresa- ¿La empresa de su padre? ¿Para qué le hacía tanta falta la presencia de Marcos si él no había participado en años?

-Al final estás trabajando con tu padre- le digo dándole un sorbo al agua. Él nunca había querido formar parte de nada en lo que estuviera metido su padre.

-No, comencé trabajando con él un año después de que te marchases, poco tiempo después de graduarme. Pero la verdad es que apenas llevaba unos meses trabajando con él cuando me surgió la oportunidad de crear mi propia cadena de hoteles, y no lo dudé ni un segundo.

-Vaya, eso es impresionante- él asiente. Sabía que tenía un buen trabajo, pero no me esperaba algo así.

-Aquí tienen. Que aprovechen- dice el camarero dejando la comida en la mesa. Marcos no se lo piensa dos veces y me sirve un trozo a mí para servirse después otro él. Esto tiene una pinta increíble.

- Tengo pensado ir y venir todo lo posible Mía, mi casa está allí, mi familia está allí, mi empresa está allí. Y antes de que me digas de nuevo que Olivia no es una maleta para estar de avión en avión, quiero que sepas que estoy de acuerdo. Tienes razón. Así que intentaré pasar aquí el mayor tiempo posible por lo menos por unos meses, después ya iré viendo.

-Está bien- digo no muy convencida.

-¿Y tú? ¿No piensas volver? - le observo comer con ganas mientras yo remuevo el tenedor en mi plato.

-Yo... -él enseguida alza la mirada al notar mi tono de voz. Apenas llegamos a estar un año juntos y parece que hubiésemos estado toda una vida. Nadie nos conocía mejor que el uno al otro.

- ¿Qué?

-Todavía no se ha cerrado el caso, Marcos. Esos hombres, los de aquella noche, siguen merodeando por ahí. No sé si estoy preparada para volver a esa ciudad todavía...

-Mía, yo...- por primera vez en la vida, le cuesta hablar conmigo- yo siento mucho lo que pasó. No sabes cuanto me he odiado por ello.

- No quiero hablar del tema. ¿Podemos hablar de otra cosa? - le digo agachando la cabeza.

-¿Porqué no volviste con tus padres a España? ¿Y porqué no trabajas en su empresa? Tendrías un puesto mucho mejor que el que tienes ahora. - Conozco a Marcos. Le conozco y sé que no dice las cosas a malas, pero ese comentario que acaba de soltar acerca de mi trabajo me ha dolido. He pasado mucho para estar aquí.

-Mis padres no quisieron saber mucho de mí cuando les dije que estaba embarazada, mi madre lo tomó como algo que mancharía la reputación de mi familia. -Me doy cuenta a medida que hablo de que Marcos se está volviendo a cabrear con lo que le estoy contando, así que intento suavizar la cosa de nuevo- Pero mi padre sí que se preocupó. Es más, adora a Olivia y de vez en cuando me pasa dinero para las dos.

- Me alegro, estoy seguro de que mi madre también estará encantada cuando la conozca- pienso en Eva, en cómo me debe de estar odiando por separarme así de su hijo.

-Seguro que me odia.

-¿Bromeas? -dice Marcos- está enfadada conmigo todavía por haberte dejado ir. Muchas veces me echa en cara que no hubiese vuelto a buscarte.

-¿Y porqué no lo hiciste?

VOLVER A TENERTE. (II)Where stories live. Discover now