Capítulo 8

299K 24.2K 9.2K
                                    

ANDARE A LETTO CON...
(Vete a la cama con...)

.

—¿Se divirtieron? —preguntó Bianca Mattu, mirando a Anneliese quitarse la ropa.

La rubia había tomado asiento sobre la cama para evitar caerse. Se sentía algo mareada... y algo ebria, también. Había bebido sólo dos tragos con whiskey, al volver a la barra, pero eso había sido suficiente para ella, pues jamás bebía alcohol.

Eran casi las cuatro de la mañana.

—Conocí a un chico guapísimo —confesó Jessica, metiéndose en su pijama.

Anneliese se tiró a la cama en ropa interior. Estaba tan cansada que no sentía ninguna clase de pudor.

—¿En serio? ¿Cómo se llama? —Bianca se desmaquillaba—. Por cierto, perdón por dejarlas solas, pero tenía que tomar algunas fotos. Ya saben: ustedes se olvidaron de hacerlo —reprochó.

A pesar de que Bianca Mattu iba sólo en segundo grado, su ascenso en NOSOTROS, HOY, como editora, estaba programado para el siguiente ciclo escolar. Sería ella la editora más joven, y también la más comprometida. Bianca tenía por meta ser editora y su trabajo en el periódico escolar lo tomaba como prácticas.

—Se llama Giosuè —Jessica ignoró el reproche—. Y, ¿tomaste muchas fotos?

—Sí, mira —se metió a la cama junto a ellas y le ofreció la cámara. Annie estaba en medio—. Las últimas son muy interesantes: Paola se cayó de las escaleras cuando Carlo la besó. Fue muy divertido.

—¿Divertido? ¿No se hizo daño?

—No. Fabrizio la cogió en el tercer escalón... Y también la besó —añadió, de manera pausada, alzando las cejas.

Se escuchaba un sonidito chillón cada vez que Jessica pasaba de una foto a otra en la cámara digital. Annie bostezó; quería más whiskey.

—Mira qué bonita se ve Lore —dijo Jessica a su prima, mostrándole la cámara—. Me encanta su ropa.

La rubia cogió la cámara y estudió la foto: su prima Lorena vestía una blusa sin mangas, del mismo color caoba que sus cabellos, una falda negra y botas oscuras, largas hasta por debajo de la rodilla. Annie pensó que Lorena ya vestía como una mujer, mientras que Jessica y ella habían llevado vestidos holgados, de encaje; el de Jess era color turquesa y, el de Annie, beige. Las tres primas tenían casi la misma edad, pero ellas dos aún vestían como púberes. Tomó nota mental para ir de compras con Lorena y dejar que ella eligiera su ropa.

—Lorena es muy linda —aceptó Annie, y le quitó el zoom a la fotografía (pues Jessica la había agrandado), entonces logró ver, detrás de su prima, a Angelo.

Sin darse cuenta, pasó de una foto a otra hasta llegar a una donde Angelo estaba de frente, sonriendo, mostrando sus colmillitos blancos.

—Una tercera parte de chicas, en el liceo, creen que él es muy guapo —se excusó Bianca al darse cuenta de que Annie miraba las fotografías de su hermano; tal vez se sintió obligada a dar una explicación—. Y el otro tercio, están perdidamente enamoradas de él, así que le tomo fotos siempre que puedo para colarlas en el periódico, o el blog —Bianca bostezó y acomodó su cabeza sobre su almohada—. El periódico se vende un poco más cuando aparece él. ¿Qué puedo decir? Las chicas somos superficiales. Todas nosotras: ellas quieren ver su cara bonita (aunque no haya nada interesante qué decir sobre él), y yo quiero vender mucho.

—No todas somos superficiales —se quejó Jessica—. Y hay mucho qué decir de mi primo, no es sólo una cara bonita, ¿sabes? Es inteligente, y amabl--

Ambrosía ©Where stories live. Discover now