42. Invierno.

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Ninguno de nosotros podía apartar la vista de Lixue, quien seguía como si nada. No podía creer que ella se atreviera a poner algo sobre mi país.

—¡Lixue! —llamé su atención— ¿Cómo que pusiste invierno en Corea?

—Ah si —respondió ella, fría con siempre—. Lo hice para poder darnos un poco de tiempo al huir.

—Pero debiste retirarla cuando encontramos a Nessie.

—Lo olvidé —levantó los hombros, con desinterés.

Ni siquiera podía enojarme lo suficiente, las palabras se habían ido de mi boca y solo sentía como si el ojo me diera brincos, en un tic nervioso.

—¿No sabían? —preguntó una de nuestras invitadas, con el ceño fruncido.

—No —respondimos todos al unísono.

—¡¿Acaso no ven las noticias?! Es algo mundial. Corea a salido en todos los medios de comunicación —la chica se levantó de su asiento.

—Mai Li, tranquila —levanto la mano en su dirección, el líder del grupo.

—Estamos al pendiente del brujo, es claro que no tenemos tiempo de ver noticias y tragedias diferentes a la nuestra —respondió Ryujin en el mismo tono, casi enojado.

La chica de pelo castaño le frunció el ceño a Ryujin, quien le devolvió el gesto. Torcí los ojos, parecía como si ellos ya estuvieran en guerra, pero solo con la mirada.

—Esta bien —dijo Li Lou—, lo importante es que ya lo saben. Miren, era verano y por supuesto que no estábamos listos para un invierno tan repentino. Perdimos las cosechas de esa estación y el turismo también se nos vino abajo. Las temperaturas son cada vez más bajas y nuestra gente no podrá aguantar por mucho tiempo. Ya son seis meses así, no podemos seguir más, nuestros animales también la están pasando muy mal, algunos no han soportado el frío y murieron.

La chica pareció suplicar al soltar las palabras. Pude ver en su alma la preocupación que sentía hacía mi nación. El saber que estaban en un crisis de producción de cosechas por un invierno de seis meses sin estar preparados, me preocupo muchísimo. Volteé a ver a Lixue de nuevo y me acerque a ella.

—Por favor, te lo pido —la miré fijamente—, detenlo.

—Ya lo hice —respondió ella.

Yoongi y todo su equipo se miraron con asombro. Lixue no había movido ningún dedo en todo lo que llevábamos conversando, desde que ellos nos contaron lo que sucedía.

De manera rápida, el líder tomó su teléfono e hizo una llamada, luego asintió un par de veces y colgó.

—Es cierto, la temperatura subió, pero de manera natural ya estamos en la época de invierno —les informó él.

—No puede ser, líder —habló la chica que hasta ahora no había dicho ni mu—, no soportaremos hasta mitad de marzo, en febrero la temperatura bajará de nuevo.

La sala guardo silencio después del último comentario. Todos estábamos pensando en que podría pasarle a mi país, con un invierno tan extendido.

—Algo que haga nuestro congelador, nos incumbe a todos —tomó la palabra Kiliam—, por eso creo que es nuestro deber ayudar a estos chicos. Además, ellos nos salvaron esta vez.

—¿Qué propones, guacamaya? —pregunté.

—Ryujin puede traerles la primavera y yo pude bendecir sus tierras.

El corazón me dio un brinco en emoción cuando Kiliam terminó de dar su propuesta. Era genial recordar que mis compañeros podían solucionar esta clase de problemas gracias a las habilidades de sus dragones.

Espíritu DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora