50. Transfórmate.

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En medio de todo el dolor que reprimía por la muerte de Evan, me sentí muy confundido y más que sorprendido al descubrir que la señora Wú se llamaba Mei Ling y eso no era lo peor de todo ¡Era prima de Gael!

Lixue intercalaba miradas entre ellos dos, como si algo no le cuadrará y pronto lo entendí.

—Puede que sea mentira —dije, señalando a Wú—, ella es asiática, tu no.

Gael soltó una carcajada nasal.

—Mi tía materna, la mama de Mei Ling se casó con un chino y su hija se dejó embarazar de uno —Gael miraba de manera diferente a Wú. Es como si la odiara o le guardara alguna clase de rencor. Sus palabras también sonaban más despectivas cuando se trataba de ella— ¿No es así?

—Cállate, ya no hables más o te daré una paliza —zanjó la mujer.

—Entonces dilo tu —habló Lixue, mirando a su madre— ¿Qué sentido tiene ocultarlo?

—Mi niña, te lo contaré todo, lo prometo pero no ahora—se acercó a la congelada, pero ella la esquivo con frialdad—. No es el momento.

—Es el momento perfecto ¿Por qué no saberlo ahora? —siguió hablando Gael.

Wú se volteó con rapidez hacía él, mirándolo con furia en la mirada, pero calmando sus sentimientos. Esta mujer estaba decidida a no dejar que hablara, porque se lanzó contra él de nuevo, atacándolo sin piedad. Al momento en que ella lo atacó, Denovan y Ryujin que seguían sin moverse, pudieron recuperar la movilidad y redujeron distancia con el brujo, sin pensarlo.

Como si fuéramos animados por la mamá de Lixue, todos atacamos, incluyéndome. Solo pensé en Evan al formar la esfera de fuego que se unió a los demás ataques de mis compañeros. Todo el lugar se ilumino en infinidad de colores, los colores de nuestra alma.

Use las pocas habilidades que había aprendido con Wú, para hacer varios poderes con lava ardiendo, sin dejar de lado el control de los sentimientos. Gael se vio acorralado y esta vez, no pudo responder a todos los ataques a la vez, recibiendo varias lesiones que lo hicieron sangrar en abundancia por primera vez.

Nessie fue la que más daño logro hacerle. En su mirada pude ver todo la furia que yo estaba reprimiendo y que se hizo notar al momento de atacar, ya que nunca antes se había esforzado tanto en darle al brujo. El miedo se esfumo de todos, hasta de Keira, que lleno al brujo de arena, haciéndolo vomitar por no poder contener mucha arena en el estómago.

La azul se apartó de todos y formó un gran número de fechas de agua y las apuntó hacía el brujo. A nadie le importó el hecho de que tuvimos que protegernos de la lluvia de flechas, por el contrario, sonreímos al dar en el blanco. Pero bien sabíamos que no era fácil, pues al Gael ser nuestro castigo, nuestros ataques difícilmente lograban hacerle algún daño.

El hombre ladeo la cabeza al tomar un pequeño respiro, deteniendo el sangrado con un canto espiritual. Sus ojos brillaban en un color blanquísimo y de nuevo, nos sonrió con malicia. En un instante desapareció de nuestra vista con un hechizo.

Un pequeño quejido nos hizo caer en cuenta de que el hombre había lesionado a Wú. Cuando volteé a verla, la mujer ya había caído al suelo y un montón de sangre salía por su hombro. No pude describir el pequeño sentimiento que paso fugaz, antes de que lo controlara.

El golpe que había recibido era certero y limpio. Le había roto el hueso de la clavícula, perforando hasta la arteria de la axila. Era imposible que sobreviviera a ello, no tenía otro destino más que la muerte y esta vez, si era enserio. Gael volteó a mirar la escena, cuando Lixue se acercó a ella, al estirarle la mano para que la sujetara.

Espíritu DragónWhere stories live. Discover now