Espíritu Dragón

4. Revelación.

Miré sorprendido a la bruja. Si mi cabeza daba vueltas con tan solo algunas verdades, no puedo imaginar que pasará si llego a saber mucho más sobre lo que soy ahora. Aunque, tendría que prepararme para ello, porque a la hora de la verdad, no sé nada.

—Así que por eso frecuentas tanto el restaurante. —deduje entre dientes.

—No. Cuando empecé a comer allí supe que eras un dragón dormido, así que no le tome importancia, hasta ahora. —sus palabras eran distantes. Solo por eso, supe que no mentía.

—Ok, te creeré solo porque me salvaste la vida — bruja o no, me salvó. No tenía el derecho de cuestionarla—. Quiero saber sobre lo que soy.

La chica suspiró, levantándose del sofá y caminando hasta la cocina. Luego de un par de minutos, salió con dos tazas de café.

—Si crees estar listo para recibir tanta información, hablaré —dijo mientras bebía de su taza.

No estaba seguro de poder tolerar tanta información. Para nadie sería sencillo despertar un día y saber que lo que eras, solo fue una mentira y que el destino que te tocaba, se basaba en huir de un loco con poderes.

Aunque nunca quise indagar en la historia de dragones, se podría decir que sé lo básico.

—No, no estoy listo. Pero tendré que enfrentarlo y mejor que lo haga ahora —me removí en el asiento, tratando de relajarme un poco—. Dime Lixue ¿Quién realmente soy?

—Nosotros podemos llevar una vida normal, al menos hasta que ocurra el despertar. Suele suceder en la pubertad, pero necesitas aceptar lo que eres para poder despertar a tu dragón dormido.

—¿Tenemos algunas habilidades?

—Claro —me miró inexpresiva—, tú por ejemplo, evaporaste un lago enteró.

La miré con la boca abierta. Volteé la mirada hacia otro lado porque no podía mantenerle más el juego de miradas. Mi mente seguía retrocediendo el casete de lo que había sucedido, pero no podía recordar nada.

—Di-Dices que... ¿Manejo el fuego? — las palabras salían temblorosas por mi boca.

—Tu poder proviene del más profundo fuego existente en el universo. El Sol es tu mayor aliado. Tu fuego es consumidor, todo lo que caiga en tus manos puede ser consumido y convertido en cenizas —la miré un poco asustado—. No te alcanzas a imaginar el poder que puedes tener. No solo controlas el fuego, tienes muchas más habilidades. Pero yo no las sé, así que tienes que descubrirlas tú. Lo que te puede decir, es que todos nosotros compartimos algunas, como la resistencia. Nuestra piel es más dura de cortar, nuestros sentidos son más desarrollados y podemos sanar rápido a comparación de los humanos.

A este punto, mi cabeza ardía en profundo dolor. Todo esto me tenía mal, no quería causar daño a nadie, ni siquiera sabía si podría controlar todo esto.

Lixue notó mi malestar. Se acercó más a mi lado y tocó mi frente, sus dedos se sentían helados. La mera sensación de su tacto frío, calmaba el dolor presente.

—Es suficiente por hoy —habló bajo—, no presiones tu alma, nunca tuviste a alguien que te hablará de tu destino.

Y sin decir una palabra más, se levantó del sillón. Antes de que pudiera marcharse, decidí preguntar una última cosa.