20. Incontrolable sed.

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El grito que di al despertar, sobresaltó a los tres compañeros de habitación que despertaron alarmados. Zephir se cayó de su cama, por el susto.

Yo quedé con la boca abierta y el grito en el aire. Ellos me miraron queriendo matarme y los entiendo, era un estruendo horrendo para sus oídos.

—¡¿Pero que diablos te pasa?! —gruñó de irá, Ryujin.

—L...Lo siento —agité las manos—. Solo tuve una pesadilla y...

—Son las cinco de la mañana —me interrumpió Zephir viendo un reloj y volviéndose a acostar—. No madrugare un sábado.

Dejándome con las palabras en la boca, todos volvieron a enrollarse en las sábanas. Ryujin hizo lo mismo, pero no sin antes lanzarme un insulto en japonés. Y no pude conciliar el sueño de nuevo.

Vaya desgracia, ahora empezaba a tener sueños extraños con niños y gente que nunca he visto. Esto me cansaba porque no podía dormir con normalidad, lo que me mantenía sin aliento durante el día.

Fui hasta la cocina preparándome un café muy cargado para tener algo de energía. Tenía que estar fuerte para poder buscar al otro dragón, con mi habilidad.

—Te ves terrible —dijo Evan entrando a la cocina, con algunas frutas en una canasta.

—Buenos días para ti también, amigo Evan —le di un sorbo al café, cansado.

Ayudando al chico a tener todo listo para el número de personas que aumento en la casa, distraje la mente preparando el desayuno.

En un par de horas, los dragones y Evan, terminaron de desayunar quedándose en la mesa para conversar. El griego no le quitaba la mirada a Nessie, quién trataba de ignorarlo.

—Si sigues mirándome así, te arrancaré los ojos —amonestó la azul.

Incomparable es la belleza que te define, mi dragona de aguas cristalinas.

El iluminado sol queda opacado ante tu inigualable presencia, llena de luz.

Eres el oxígeno que le hace falta a mis pulmones, para poder cumplir con el propósito de mantener la vida.

Cómo si se tratará de un poeta, Zephir saco una pequeña rosa debajo de la mesa y la estiró hacia Nessie. La chica abrió un poco los ojos por la sorpresa que le causó su repentina labia y acción.

Lancé un silbido hacia la pareja.

—Hay que reconocerlo —asentí—, se está esforzando.

—Dejen su melosería y esa basura para después —habló el oscuro—. Tenemos que encontrar al siguiente dragón.

Los demás dragones que hasta ahora no habían hablado, apoyaron a Denovan con gestos. Y así, arruinaron el ambiente de amor que a Zephir le costó crear.

Luego de dos horas, todos nos encontrábamos en el jardín, sentados en un círculo de sillas, mirándonos entre todos.

—Para que esto funcione, tenemos que saber los poderes de cada uno —dijo Ryujin—. No podemos pasar por alto nada.

—Empieza tu —se cruzó de brazos Denovan—. Muéstranos tus poderes.

Ryujin sonrió de medio lado, como si estuviera recibiendo alguna clase de regalo extraordinario. Se levantó de la silla y nos miró, estirando su brazo. El ambiente empezó a cambiar de manera drástica, como si la naturaleza fuera obligada a cambia de estación.

Al inicio del otoño, el chico rayo cambio la estación a primavera, causando que las las ramas secas de los árboles, florecieran en segundos.

—Puedo cambiar las estaciones como si me cambiara de camisa, excepto el invierno —miró a Lixue—. Crear una tormenta eléctrica es algo muy fácil de hacer.

Espíritu DragónWhere stories live. Discover now