54. Verdadero yo.

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Me senté en el verde pasto tratando de no partirme la nuca al mirar de manera fija a mi dragón. Estaba esperando a que el hablara, pero no lo hizo.

—Bueno, trataré de hacerlo de una forma que de verdad puedas entenderlo —lo dijo como si soltará una pequeña risa despectiva, pero lo disimulo muy bien.

Calme mis adentros para no ofenderme, quedándome callado para que continuará.

—Cuando el alma de un pequeño ser llega a este mundo y de alguna manera resulta ser el elegido para continuar la generación de dragones, nuestra esencia se instala ahí y esperamos a que acepten el pacto. Por lo general las almas que son elegidas son aquellas que tienen un destino escrito, algo desafortunado.

—¿Por qué?

—Digamos que es una predisposición de la misma vida y el desespero por sobrevivir —Akatosh batió las alas por un segundo—. Al tener un destino escrito desde su creación, algunas almas tienen el poder de anteponerse a eso malo que sucederá y es ahí donde entra nuestra esencia.

—O sea que.... ¿Ustedes eligen salvarnos a nosotros de ese destino?

—Mas que salvarlos es ayudarlos a que ustedes mismos se salven, por eso es que esperamos que ustedes acepten el pacto por su propia decisión, aunque sabemos que pronto se verán muy acorralados al punto de aceptar ya sea por desesperación o por el propio instinto de supervivencia.

—¿Qué pasaría si yo no hubiera sido elegido?

—De seguro hubieras muerto esa noche en el bosque y tus órganos serían vendidos al mejor postor o... —hizo una pequeña pausa, mirándome con aquellos ojos naranja intenso—, tal vez estarías al lado de tus padres.

Esa última frase si me calo mucho en el interior. No se necesita ser inteligente como para saber que muy en el fondo, los niños que fuimos abandonados sentimos curiosidad por saber sobre nuestro origen y familia de sangre.

Supe en ese instante que el si podía saber quién es mi madre o padre. Saber cómo son, cómo se llaman y saber mi historia incluso antes de poder albergar recuerdos. Sin embargo, no estaba listo para hacer la pregunta que generalmente haría y siendo honesto, no creía que algún día podría estarlo, porque quería seguir siendo un ignorante.

—¿Eso también aplica para los demás?

—Claro, aunque en el caso de algunos su destino seguiría igual así no fueran dragones, por ejemplo: los padres de Ryujin si hubieran muerto y él también porque se acercó al auto justo cuando esté explotó. Nessie no se hubiera separado de sus padres pero crecería en un ambiente que tampoco le hacía feliz llevándola a vivir una serie de situaciones tan desafortunadas que le harían tomar una no muy buena decisión respecto a su vida. Zephir se metería en problemas de igual forma y terminaría muerto pocos días después de su hermano. Killiam moriría al lado de sus padres y Keira también, de hecho toda su aldea hubiera desaparecido.

—Teníamos un destino escrito, pero al implantarse su esencia en nosotros lograron cambiarlo... —deduje.

—Me alegra que lo estés entendiendo —dijo el dragón con alivio, lo que me ofendió un poco.

—Bueno, lo explicaste bien —teniendo sus palabras en mi mente, me hizo pensar en alguien que me importaba mucho— ¿Y Lixue?

—Vaya, ella si que es una excepción en este caso.

Levante una ceja

—¿Por..?

—Como ya sabes, Lixue por sangre es la sucesora del hechicero actual, por ende, su destino en este caso tuvo tres caminos: la primera es la que conoces, la segunda es aceptando ser la siguiente hechicera y dando fin a la próxima generación o esperando hacerlo, y la tercera: viviendo como una humana normal, aunque tenga sangre de brujo. Si para ella se hubiera hecho así, hubiera muerto al caer de aquel acantilado —de sólo pensar en aquel escenario, mi piel se erizo del miedo—. Sin embargo, está última es muy poco probable, porque ahí implicados a la familia de Lixue y también, el destino de la madre hubiera sido distinto.

Espíritu DragónWhere stories live. Discover now