13. En tinieblas.

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Ryujin nos miró de reojo, con un tono amenazante. No pareció gustarle mucho que llegaramos, en especial yo.

— No me importa — habló el chico rayo —, dame a mi hermana.

— Con que es tu hermanita — expresó el otro sujeto con decepción —, pensé que sería tu damisela en apuros.

El hablado de aquel extraño era burlesco. Sostenía a la chica con firmeza, amenazando con su mirada oscura a Ryujin, sin dejar el toque "divertido". Su ser me decía oscuridad, de esas inexplicables y profundas, que te hacen querer llamar a tu mamá. Se me erizó la piel.

— Se ha enojado — susurró Nessie para Lixue y yo —. Será mejor que nos alejemos.

La advertencia de Nessie me coloco aún más en alerta. Después de su pequeña observación, Ryujin dejo ver los rayos amarillos en su piel y atacó.

Verlo avanzar con tanta velocidad, me hizo entender que una de sus habilidades era poder moverse con rapidez y a mi parecer, la usaba muy bien.

El peli negro sonrió de medio lado ante el ataque de frente que le dió el chico enojado. Lanzó la chica al aire y espero por su llegada. El encuentro de aquel par fue escandaloso, rayos salieron disparados por doquier y junto a ellos, unas dagas color negro.

Lixue actuó rápido, colocando delante de nosotros un gran muro de hielo trasparente, permitiendo que siguiéramos observando la pelea.

Nunca en la vida podría pelar de aquel modo, como lo hacían ellos. Sus movimientos eran rápidos y calculados, de seguro entrenaban duro para tener aquel habilidad marcial sin necesidad de usar sus poderes. El intercambio de golpes de parte y parte, lanzaban una ráfaga de aire hacia nosotros, debido a la fuerza que aplicaban.

Pero la no manifestación de poderes no duró mucho. La chica que había sido lanzada, estaba a punto de tocar el suelo y Ryujin no había podido atraparla, porque el otro no le daba espacio, entre tanto ataque. Así que golpeó el suelo, con el puño cargado de una electricidad, que se expandió por los cables de los postes de luz, causando una explosión cerca de su oponente.

Sin embargo, el peli negro salió librado al extender su mano y envolvernos a todos, en tinieblas. No pude ver más, ni siquiera reconocía mi propia figura. Jamás ví un espacio tan negro.

— ¡Maldito! — escuché gritar a Ryujin.

Escuché también la risa del otro sujeto. Estaba llena de maldad y satisfacción al encerrar al chico que decidió pelear con él.

— Deberías agradecerme, no fui yo quien atacó a tu querida hermana — ironizó el malo —. Mate a los que atacaron a esta indefensa estudiante ¿No tienes agradecimiento?

— Luego le has puesto una daga en el cuello, maldito — respondió Ryujin — ¡Déjame salir!

— ¡Va! Que aburrido eres. Ya no se puede obtener diversión en ningún lado.

Que mal sujeto. Para él era divertido la desesperación y sufrimiento ajeno. Esta clase de seres son los que más me hacen enojar, no soporto a personas así.

El espacio oscuro fue desapareciendo como si fuera una nube de agua que se aparta para dejar pasar el sol. Cuando vimos de nuevo el escenario, la chica estaba en el suelo acostada, mientras el sujeto estaba parado sobre un poste de Luz, mirándonos como basura, con aquella sonrisa que me empezaba a producir náuseas.

— Dale un toque divertido a tu vida, compañero — dijo hacia Ryujin —. Vivir bajo la ira es aburrido — soltó un par de risas —. Espero hayan disfrutado del espectáculo — se inclinó hacia nosotros tres, los que solo observamos.

Espíritu DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora