15. Primer intento.

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Evan, Ryujin y Nessie, esperaban en silencio a que Lixue o yo, diéramos alguna clase de detalles cuando yo vivía en su casa. Seguro estaba que la congelada no diría una sola palabra, ya que no era algo como para dar explicación, así que me tocó a mí hacerlo.

— El sofá era incómodo, después de unas noches ya no pude dormir allí. Lixue no le vio problema a que durmiera, en su cama — levanté los hombros sin darle mucha importancia. Era  explicación suficiente.

— Bueno, ella parece no importarle mucho tu existencia — se burló Ryujin —. Así que no me sorprende.

— Eso está mal — Nessie miró a Ryujin —. No puedes invadir el espacio de una dama.

Lixue soltó un pequeño suspiro y empezó a caminar en dirección a su habitación, ignorando a todos. Tal vez estaba cansada de escuchar tantas voces y reclamos por parte de otro. Yo la seguí, rogando para que no me abandonará ante el enemigo, pero hizo caso omiso.

Cuando estaba a la entrada de su aposento, volteó a verme con sus ojos fríos, pero brillantes.

— ¿Por favor? — lance mi última súplica.

— Descansa, Zu Jung. — me cerró la puerta en la cara.

Me quedé mirando la puerta por un segundo, sintiendo que había sido abandonado ante una manada de lobos. Volteé a ver hacia las otras personas, Nessie tenía cara de satisfacción, mientras Ryujin, estaba serio.

Evan negaba repetidas veces mientras se recostaba en el marco que daba a las escaleras, viendo nuestra extraña convivencia.

— No más peleas, todos a dormir — ordenó Nessie, yéndose. Evan también se despidió con un cordial "buenas noches". Debí pedirle a él que me dejara dormir en su habitación.

Así fue, como en minutos, Ryujin y yo, nos quedamos solos de nuevo. Suspiré cansado, ya no podía con esto, si él iba a matarme, al menos sería durmiendo. Trataría de no mostrar interés en su presencia y creo que él hará lo mismo.

En absoluto silencio, entramos a la habitación y ocupamos cada uno, una de las varias camas que estaban allí. Sin darle muchas vueltas, me quedé dormido.

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No me gustaba sentirme inútil, más si estaba en una casa ajena, así que empecé a ayudar a Evan en la cocina, limpiando o ayudándole en asistencia, cuando preparaba los alimentos. Yo era bueno cocinando, pero no cuando estaba bajo presión, por eso, causaba daños en la cocina del restaurante y el jefe, prefiero dejarme en la caja.

Me agrado haber podido ayudar a Evan, era sorprendente que él hiciera todo solo, sin recibir ayuda.

— Gracias por ayudar Zu Jung — dijo con una sonrisa.

— Es lo menos que puedo hacer.

Termine de limpiar el mesón luego de lavar los platos. Evan y yo platicamos sobre algunas cosas, mientras salíamos al jardín a disfrutar la tarde.

— Quiero preguntarte algo — Evan se sentó debajo de un árbol.

— Claro, dime lo que quieras — respondí relajado, mirando hacia el cielo.

— ¿Por que hasta ahora, no has tratado de saber que habilidades tienes? — su pregunta me dejó la mente en blanco.

¿Por que?....

¿Por que?...

No lo sabía en absoluto. Mi falta de interés hacia los poderes que poseía se debía a que, no deseaba realmente, el destino que me trazaron. Estaba contento siendo un estudiante promedio, que estudiaba para entrar a la universidad mientras trabajaba en un restaurante, a medio tiempo.

Espíritu DragónWhere stories live. Discover now