Espíritu Dragón

49. Un buen amigo.

Lo que Nessie dijo fue más perjudicial para la situación que se estaba presentando. Al ella gritarle a Evan, Gael volteó a verla y de alguna manera, todos supimos lo que pasaría. Me asusté demasiado.

Vi en Evan lo que nunca antes había visto en él. Fue una mezcla de miedo e intriga. Esto me llevo a controlar sus sentimientos al igual que el de los demás, porque de nada serviría controlar el de los dragones y no el de Evan, que le daría más fuerza al brujo.

Por suerte para Ryujin, no le costó nada llegar hasta ellos. El chico se colocó frente a Evan, mostrando un una mirada imponente hacía Gael, que le devolvió el gesto, solo que un poco más divertido.

Apartando a nuestro amigo de la mirada del brujo, el hombre nos escaneo a todos con la mirada hasta detenerse en Wú. Al verla a ella, ladeo la cabeza y le sonrió. Intercale la vista entre ellos dos, no sabía porque, pero me llegó un mal presentimiento.

—Hay que atacar —sugirió Lixue, dejándonos a todos sin palabras.

En definitiva no esperaba que ella fuera la primera en sugerir aquello, pero Denovan le hizo caso de inmediato. Tan pronto como Ryujin alejó a Evan hasta un lugar de apariencia más segura, el oscuro llegó hasta el brujo, formo una esfera que los envolvió a los dos, dejándonos ver solo la esfera del negro más intenso que haya visto.

—Serás idiota —dijo Kiliam— ¿Cómo vamos a pelear si te has encerrado con él?

Gracias a Lixue, ahora podíamos comunicarnos entre nosotros a voluntad, pero no recordaba que los insultos estuvieran en el contrato. Denovan había usado la esfera para obtener la ventaja, ya que allí él podía ver a su enemigo, pero su enemigo no a él. Todos los que estábamos por fuera, solo veíamos la esfera negra que no tenía gran tamaño. Pero estando dentro, el espacio era imposible de calcular, lo que era una excelente medida para no destruir todo el alrededor.

Es una pena que solo le sirva a él.

En definitiva.

—Tranquilos, les contaré como lo mate luego —nos respondió Denovan, muy seguro de sí mismo.

—¡Desármala ahora! —exigió Ryujin.

—Si Denovan nos ahorra la necesidad de pelear por nuestro pellejo, me parece un trato justo —opinó Zephir.

—¡Cállate animal! —contradijo el rubio, casi enojándose pero no se lo permití.

Era extraño ver a Ryujin enojado sin estarlo.

Mientras el oscuro peleaba solo con el brujo, nosotros no hacíamos más que ver la esfera, sin saber que estaba pasando dentro, hasta que una pequeña grieta se empezó a formar alrededor de la esfera. Nos preparamos para lo que sucediera.

No paso ni un minuto cuando la esfera estalló en mil pedazos, como si fuera vidrio. Denovan estaba a salvo, pero su frente sangraba y su mirada estaba fija en Gael, que para nuestra sorpresa, tenía un par de heridas en el cuerpo.

Sin tiempo para explicaciones, Ryujin atrajo los rayos a la palma de su mano y llego hasta Gael, golpeándolo con un choque eléctrico. El brujo quedó inmovilizado por unos segundos que fueron aprovechados por el rubio para darle un puñetazo en el rostro, haciendo sangrar su nariz.

Siguiendo al chico, Kilian voló hacia él y transformo su brazo en una garra de águila, dejando una gran marca en el abdomen de Gael, sin embargo, no fue suficiente. El brujo se apresuró a sacar una espada de luz, casi cortando a Kiliam que logró esquivar el objeto.

La guacamaya abrió la boca para maldecir, sin embargo, Gael no quedando contento con esto direccionó de nuevo su ataque hacía la chica en un movimiento demasiado rápido. Cuando estuvo a punto de golpearla sin posibilidad de ser esquivado, Wú apareció de repente frente a él y provoco una pequeña explosión de luz.