Espíritu Dragón

46. Conciencia.

Aunque todos parecían sorprendidos por haberle dicho a esta señora que ni cerca estaba de ser madre, no cambié la expresión indiferente de mi rostro. Quería una respuesta así ella se negara a dármela.

La señora suspiró y dijo:

—Cuando Lixue y yo nos separamos, decidí que debía hacer algo más que huir —se detuvo unos segundos y tragó saliva—. Pensé que si el brujo usaba magia, yo también podía aprenderla.

—¿Y lo hizo? —preguntó Nessie.

—Lo hice —le confirmó ella—. Crecí como una soldado y mi entrenamiento militar fue muy duro. Aprendiendo algo de magia y hechicería, estaba segura que podía hacer por mi hija.

Todo esto me confundía. Esta señora parecía haber tenido más que un cambio radical. Al decir "hija", lo pronunciaba con tanta confianza y seguridad, que llegaba a confundirme demasiado. Lo que vi en la mente de Lixue, era espantoso y nunca permitiría que volviera a pasar, pero está mujer no aparentaba ser esa clase de persona.

—¿Cómo dio con nosotros? ¿Cómo encontró a Gael y descubrió que era el brujo? —esta vez interrogó Denovan, con cara de sospecha.

—Conservo amigos del ejército que ahora están en el gobierno. Obtuve algo de información al pasar de los años.

—¿Gael sabe sobre usted? —cuestionó Kiliam.

—No creo, las personas que aprenden estás habilidades son muchas. Gael no tiene tiempo para conocer a todos y cada uno de los brujos que surgen.

Su alma estaba tranquila y no tan cambiante como la de los dragones, sin embargo, no podía dejar de sentir una espina de desconfianza por todo el cuerpo. Esto era algo diferente al sentimiento de enojo por lo que hizo.

—Los ayudaré a prepararse. La próxima vez que Gael venga a ustedes, lo hará en serio.

Intercambie miradas con mis compañeros, luego mirando a la señora Wü, que recostó la espalda en la silla, esperando una respuesta de nuestra parte.

Por mi lado, no quería tener contacto con ella pero los demás si, porque sentían que sus conocimientos y entrenamiento nos podría ayudar a estar listos para acabar con el brujo. Todo estaba decidido.

🐉

En el jardín delantero, listos estábamos para empezar a ser entrenados por Wü. Nos pidió que hiciéramos una hilera, uno al lado del otro y que estuviéramos en total quietud. Ella se paró frente a nosotros y nos miró con detenimiento.

—En toda batalla habrá un resultado, sea bueno o malo, siempre lo habrá —se detuvo un segundo— ¿Cuál ha sido el resultado de los enfrentamientos que han tenido hasta ahora con Gael?

—¿Resultados? —preguntó Keira, ladeando el rostro en confusión.

—Si, resultados. Cuando vamos a la guerra tenemos la opción de ganarla o perderla —empezó a caminar a lo largo de la hilera—. Perdemos o ganamos algo y ese es el resultado.

Me tomé un tiempo para pensar en todos los enfrentamientos que tuve desde que desperté como el dragón de fuego. Entendía que en algo tenía que influir pero al mismo tiempo, supe que no le presté la debida atención como para analizar cada uno de estos detalles, solo hasta que ella lo dijo.

Al huir de los traficantes de órganos, desperté y obtuve mis poderes. Cuando los enviados del brujo vinieron por mi e intentaron matar al profesor loco, adquirí decisión y logré mantener un poco más mis poderes. El enfrentamiento de Ryujin y Denovan, nos permitió conocer al oscuro, aparte de que también nos llevó a tomar la decisión de buscar la libertad.