CAPÍTULO NUEVE

63.8K 5.5K 4.8K
                                    

¿ME SEGUIRAS AMANDO AÚN CUANDO YA NO SEA JOVEN Y HERMOSA?




—Patricia la paz, la paz, la paz, la paz...

»Un paso pa' tras, pa' tras, pa' tras

»Para un costaaaaado, para el otro costaaaaado

»Patricia la paz, la paz, la paz.

La canción parecía no tener fin mientras mi brazo, enredado con el de Isa, era arrastrado de un lado a otro como en zigzag.

—A mi me parece que no era Patricia —dice mi amiga de repente, deteniendo su andar y deteniendome a mi en el proceso.

—¿Cómo que no? —Murmuro, humo blanco saliendo de mi boca por el frio.

—Que no, que para mí era Karen —dice, borracha, luego de un hipido.

—¿Cómo que Karen? —Pregunto, confundida. —Si Karen no va con la canción, no pega...

—Que si, mira: «Karen la paz, la paz, la paz...» —y mientras ella tarareaba esta nueva versión de la canción, caminábamos para un costado y para el otro y un paso para atrás.

Joder, voy a vomitar.

—No era ni Karen ni Patricia —dice de repente Mika, llegando a nuestro lado. —Era María.

—Imposible —digo yo.

—No era así la canción —me secunda Isa.

—Ustedes dos están demasiado ebrias para su propio bien —murmura con un suspiro.

—Oh, lo siento rey de la sobriedad —me burlo.

—Conde del agua mineral —sigue Isa.

—Presidente del club de no beber —agrego.

—Monarca de las noches libres de alcohol —dice Isa y luego rompe en una carcajada, que por supuesto acompaño.

—Recuérdenme nunca volver a ser el conductor designado —farfulla, dándonos un empujoncito en la espalda a las dos para que volvamos a caminar.

Y ahí vamos otra vez...

—Patricia la paz, la paz, la paz —cantamos a voz de coro.

»Un paso pa' tras, pa' tras, pa' tras —seguimos, haciendo los pasos para atrás como indica la canción.

—Para un costaaaaado, para el otro costaaaaado...

—Mika, ¿dónde demonios estacionaste el auto? Estamos caminando hace horas —me quejo, sin dejar de seguir los pasos del cántico de Patricia, por supuesto.

—El auto está a solo dos manzanas, pero es que hace veinte minutos que estamos en la misma cuadra porque ustedes no paran de retroceder con María la paz —se queja, con evidente frustración.

—Es Karen —dice Isa.

—Es Patricia —murmuro yo.

—Es una idiotez —sentencia él.

—Lo siento, señor madurez —digo, irónica.

—Rey del drama —agrega Isa.

—Monarca de la gente sin paciencia —acoto.

—Presidente...

—Ay por Dios, deténganse, las dos —dice, interrumpiendo a Isa.

Las dos nos detenemos en nuestro lugar, asombradas por la manera en la que nos habló.

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now