CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

42.8K 3.9K 791
                                    

DEAN Y SUS DECISIONES DE ÚLTIMO MOMENTO 


Dean:

Las decisiones que he tenido que tomar las últimas semanas, realmente van a acabar conmigo.

Tengo ganas de rendirme, de dejar todo esto de lado e ir a lo que realmente me haría feliz.

La cuestión es que soy un Ross, y los Ross no hacemos lo que nos hace felices, sino que hacemos lo que es correcto. Sé que esto es necesario, sé que probablemente después de esto, nunca pueda volver a ser el mismo, sin embargo sé que tengo que hacerlo, sé que a pesar de todo, tuve mi suspiro de felicidad. La tuve y por más que hoy sienta que fue un momento fugaz nunca dejaré de estar agradecido por los momentos que me regalo, por la felicidad que tuve y que siento que aproveche al máximo.

Haberla tenido, que ella me haya amado es algo que me hace saber que sea lo que pase después, habrá valido la pena.

Sin embargo, toda esa decisión que tenía se fue al carajo nada más escuchar su voz.

Joder, ¿como la simple voz de una persona puede provocarnos tantos sentimientos al mismo tiempo? ¿Cómo es que, a pesar de todo este tiempo, sigue significando incluso más de lo que significaba cuando aún estábamos juntos?

No estoy enojado, para nada, solo dolido, frustrado con la vida por no poder estar con la mujer que quiero, porque dejar todo por ella no es algo que pueda hacer, no es algo que vaya a hacer.

Sé que ahora es difícil de entender, pero todo tendrá una explicación y así no vuelva a verla nunca más, no después de lo que haré en un par de semanas, sé que ella podrá ser por fin feliz.

Espero que lo sea, estoy seguro que nadie más que ella lo merece.

Minerva es esa clase de persona que por más que el mundo la tire mil veces al piso, ella volverá a levantarse, ella sonreirá como si nada hubiera pasado, ella seguirá dando todo de si misma porque así es como es ella, no conoce la vida de otra manera.

Sentado en mi despacho, sonrío ante el pensamiento.

Minerva.

Minerva.

Minerva.

Demonios, como la extraño, es como si la constante presión en mi pecho no desapareciera nunca, como si el vacío que se plantó en mi desde que terminé con lo nuestro, nunca podría volver a llenarse.

Carajo, sé que nunca va a volver a llenarse, porque Minerva..., Minerva es..., joder.

Me froto el rostro, frustrado, la garganta se me cierra y los ojos me escuecen, pero aparto la angustia, porque en estos momentos no puedo ser débil, no puedo simplemente rendirme a la pesadumbre que me invade, no puedo porque me hice una promesa a mi mismo y también a ella, todo siempre será por ella.

Sin embargo..., miro nuevamente la pestaña abierta en mi buscador...

Pensando.

Pensando.

Pensando.

Si mi vida de todas maneras se irá al carajo, ¿que tal si...? ¿Que tal una última locura?

¿Qué más puedo perder? Ya lo he perdido casi todo, simplemente no puedo solo..., ¿no puedo ser aunque sea un poco egoísta y pensar una sola puta vez en mi? ¿En lo que yo quiero?

¿Qué es lo que quiero? Lo quiero todo.

La quiero a ella.

La necesito a ella.

Una sola locura más.

La última.

La última saboreada a la libertad que podré tener, si todo sale como lo planee, en mi vida.

El último suspiro de felicidad que me voy permitir y solo hay una persona que puede brindármelo.

Y como la mierda si no tomaré esta última oportunidad. 

***

CAPÍTULO CORTISIMO, LO SÉ, PERO YA ESTOY TRABAJANDO EN EL SIGUIENTE, ESTO ES SOLO UNA PEQUEÑÍSIMA MUESTRA DE LO QUE SE VIENE.

 SI ME ESTOY TARDANDO TANTO CON LAS ACTUALIZACIONES, ES PORQUE ESTOY CON MUCHÍSIMO TRABAJO Y APARTE ALGUNOS INCONVENIENTES FAMILIARES QUE REQUIEREN MI COMPLETA ATENCIÓN TODO EL DIA. POR FIS, TENGAN PACIENCIA. 

LOS AMO

DEBIE 

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Där berättelser lever. Upptäck nu