CAPÍTULO DIECIOCHO

70.2K 5K 4.7K
                                    

MÁS LIGERA QUE ANTES 



—Así no era —corrijo a Isa.

—Isi ni iri —se burla. —Va de nuevo...

—Ahí vamos otra vez... —suspiro, mirando al techo del local.

—Vuelta vuelta por el chocho, que si quiero te follo el...

—No digas esa parte —la corto, cuando veo que atraemos la atención de la gente a nuestro alrededor. 

Pero es que Isabella lo que tiene de bonita, lo tiene de guarra. 

Ella rueda los ojos, de todas maneras sigue con su..., con lo que sea que es esto.

—Vuelta vuelta carrusel, que tengo las tetas de papel...

Me río, no puedo evitarlo, pero es que ya estamos medio ebrias y no podemos acordarnos el brindis que hicimos en su cumpleaños, es por eso que decidimos inventarnos uno.

—Que si la noche acompaña —le sigo el juego—, tal vez el chocho gana...

—Y que si la noche no acompaña, meto mano de marrana...

La carcajada que largo llama la atención de prácticamente todo el bar, pero a decir verdad, venimos llamando la atención hace rato, asique ya que...

—Espero con este brindis —murmuro, levantando mi copa—, hacer palpitar el alpiste.

—Y que el llamado de mi coño, sea digno de tu...

—¿De tu? —Pregunto, que me ha entrado la duda.

—De tu pipi...

—¿Pipi? —Pregunto divertida. —Eso ni pega.

—Es mi brindis, lo digo como quiera —refuta ella.

—Bueno, anda, termínalo que quiero beber —murmuro.

—Vale, no me presiones, que estoy haciendo arte aquí —responde.

Ruedo los ojos, no puedo evitarlo, mientras me inclino en mi asiento para mirar alrededor del bar, que a pesar de ser domingo, se encuentra lleno de gente..., ya que, trabajar el lunes nunca fue una opción.

Sonrió cuando veo a Dante bailando, con unas luces brillantes en sus muñecas que vaya una a saber de donde salieron, mientras que le hace el sandwichito a Mika junto con Nerea, que no para de reír. Cristal se fue hace un rato y Dean habla con Tatiana en la mesa y cuando nuestros ojos se encuentran, me guiña un ojo, haciéndome sonreírle con cariño.

—Y no, no sé donde está Pierce, no preguntes.

—¿Con quién hablas? —Pregunta Isa, clavando sus ojos confundidos en los míos.

—Con nadie —respondo de inmediato, sintiéndome una idiota.

—¿Cómo estás? —Pregunta de repente, dándole un trago a su copa, yo por mi parte imitandola. 

Sé a lo que se refiere, quiere saber si estuve a punto de tener un colapso por el regreso de Voldemort.

—Bien —respondo, encogiéndome de hombros.

—No sabía que las cosas con Dean se habían puesto tan serias —murmura de repente y no me pasa por alto el reclamo en su tono.

—No era algo que quisiera contarte por teléfono —respondo, porque es la verdad, en las últimas semanas casi no nos hemos visto.

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now