CAPÍTULO CUARENTA Y DOS

63.8K 4.5K 2.6K
                                    

COMO EN LAS PELIS PORNO 


(CAPÍTULO CON ALTO CONTENIDO ERÓTICO, PONGAN PLAY Y DISFRUTEN ;)



Caminamos a una de las barras que había en el fondo, porque sí, a lo largo del lugar habían varias.

Nos sentamos en los taburetes altos mientras yo trataba de divisar —sin suerte— algún órgano reproductor a la vista, ya sea femenino o masculino.

Je.

Yoshio pidió tragos para todos, tenía una sonrisa maliciosa en el rostro, mientras él también miraba absolutamente todo con interés, Pierce, sin embargo...

—¿Estas bien? —Pregunte, llamando su atención.

Sus ojos se clavaron en los míos, analizando mi rostro a detalle, de todas maneras terminó por negar con la cabeza y sonreírme, pero el destello de algo, de duda, seguía allí en su mirada.

Iba a decir algo, pero de repente Yoshio llamó nuestra atención.

—Bueno, entonces, ¿qué te parece? —Pregunto.

Me encogí de hombros, a decir verdad no sabía que esperaba, pero supongo que uno en sus fantasías siempre tiende a exagerar un poco todo.

—Está bien —respondí con sinceridad.

Yoshio le restó importancia a mi respuesta evasiva, sin embargo murmuro en una voz que pretendía ser secreta: —¿Sabías que siguiendo aquel pasillo, hay habitaciones privadas? —Seguí con la vista la dirección que había marcado, de todas maneras no había más que otro gigante de seguridad, parecía que nadie iba a dichas habitaciones. —En el caso de que no quieras hacer nada público, las habitaciones te dan un poco de privacidad —explico. —Sin contar que las camas son mucho más cómodas.

—¿Que caso tiene venir a un club de intercambio si vas a ir a una habitación privada? —Pregunte.

—Minerva, estos clubes no son solo para dejar tu culo al aire —dijo y tanto a Pierce, como a mi, se nos escaparon unas risitas. —La gente viene aquí, se conoce y luego decide si quiere follar o no. No te sientas presionada a hacer algo que no quieras, hay veces que la gente simplemente viene, pero se da cuenta de que estos lugares no son para ellos, por lo que solo se terminan yendo.

—La gente también puede venir a cumplir sus fantasías —lo interrumpe Pierce. —Parejas que quieren divertirse, tal vez mirar un poco, pero no compartirse —agrega. —Vienen aquí, coquetean un rato, ven a otros follar, roces indiscretos y luego terminan en una habitación follando como locos simplemente ellos solos, no tienen porque estar acompañados.

»Estos lugares son para cumplir fantasías, para disfrutar del sexo sin inhibiciones.

Asentí, clavando mis ojos en sus labios húmedos luego del trago que le dio a su bebida.

Me pregunté qué sabor tendría en sus labios...

—Vengo enseguida —murmuró Yoshio, que sin esperar respuesta se perdió entre la gente en la pista de baile.

—¿Que? —Pregunto Pierce cuando me pesco mirándolo.

—Nada, es solo que... —negué con la cabeza y aparte la mirada, clavándola en uno de los silloncitos del fondo.

Me costó unos cuantos segundos entender lo que estaba pasando, pero cuando logré divisar la imagen entre la negrura, aparte la mirada apurada, aunque no sé muy bien porque.

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now