CAPÍTULO SESENTA Y DOS

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MI CORAZON ES TUYO, ERES TU QUIEN LO SOSTIENE



Los ojos se me llenan de lágrimas, pero como dicen en mi película favorita, el show debe continuar. Mika me pregunta por lo bajo si estoy bien y en respuesta simplemente asiento, mientras casi lo arrastro a la mesa donde se encuentran sus amigos.

Me giro y en ese mismo instante me doy cuenta de que Pierce camina hacia donde nos encontramos, es por eso que cuando los amigos de Mika saludan, hago lo primero que se me cruza por la cabeza: enredo mis dedos con los de él.

—¡Hola! —Saludo a todo el mundo con una sonrisa falsa. —Soy Minerva, la novia de Mika.

Todos sus amigos lucen emocionados, todos menos el mismo Mika y es en ese momento en el que veo la mirada de disculpa que le lanza a Dante.

Mierda, iba a presentarlo como su pareja esta noche y acabo de arruinarlo.

Mierda, mierda, mierda.

—Minerva —dice entonces Pierce y ya no hay tiempo de echarse para atrás.

Me giro lentamente, apretando fuertemente la mano de Mika que tengo encerrada en la mía y entonces nuestros ojos se encuentran, para cruzarse después con los de Alyssa.

Sigue tan hermosa como la última vez que la vi.

—Hola —saluda ella, con una sonrisa amable. —Te recuerdo de la cena de navidad, ¿verdad? —Pregunta.

Asiento, antes de obligarme a usar palabras.

—Si —respondo, carraspeando y entonces...: —Él es Mika, mi novio —digo, tragando con dificultad.

—Mucho gusto —responde Alyssa, estirando su mano para primero tomar la mía y luego la de Mika.

Pierce está mirándome fijamente, la mandíbula apretada, lo se porque lo siento por el rabillo del ojo, de todas maneras, me niego a devolverle la mirada, no puedo hacerlo.

—Lo siento, pero nosotros estamos festejando su cumpleaños... —murmuro, incómoda y en una clara despedida.

—Oh, por supuesto —responde ella—, lo siento.

—Minerva, ¿podemos hablar? —Insiste Pierce.

Y entonces clavo mis ojos en los suyos y siento que el pecho, literalmente, me sangra. Veo frustración en ellos, enojo, amor..., tantas cosas, pero, a decir verdad, estoy tan cansada.

Tan cansada...

No se supone que tenga que costar tanto, no se supone que el amor tenga que doler.

—Yo creo que tienes otras cosas que solucionar primero —respondo en su lugar. —No hagas a tu invitada esperar, Pierce —finalizo y después de dos segundos en los que se queda simplemente mirándome, asiente y le pide a Alyssa que lo acompañe, con la mirada confundida.

Y entonces me dejo caer en una silla al lado de Dante, en el lugar que era en realidad de Mika.

Sé que estoy arruinandole el cumpleaños de mi amigo, al final siempre termino arrastrando a la mierda conmigo a la gente que más quiero, a la gente que realmente me quiere.

Mika sonríe a la gente que se reunió con nosotros, lo felicitan, le tienden sus regalos, alguno que otro intenta entablar conversación conmigo, la misteriosa novia de su amigo, pero al ver que siquiera puedo conectar dos palabras seguidas, dejan de intentarlo.

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now