CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

56.1K 5.1K 5.7K
                                    

¿NO LO SIENTES COMO UN DEJA VU...?



Volver a la Trufe de Rouge se siente como un deja vu y déjenme decirles algo sobre esa sensación, no puedo definir si es buena o mala, si me gusta o no.

Ni hablar que desde que Olivia Rodrigo saco una canción con ese nombre, cada vez que pienso en esa palabra, no puedo evitar decirla cantando.

Bueno, a lo que iba, estoy fuera y no me decido si entrar o no.

La verdad es que este lugar me trae muchísimos recuerdos y no son para nada malos, aquí conocí gente que quiero que esté en mi vida por lo que quede de ella. En este lugar volví a enamorarme, así como también aprendí a confiar en las personas, a querer y a quererme a mi misma.

En este lugar volví a sonreír y fui feliz, muchísimo y no es como si dejaría todo para volver a trabajar aquí, que no lo haría, pero solo tengo buenos recuerdos para con este lugar.

Y tengo una sensación extraña cuando cruzo nuevamente la puerta, cuando el familiar olor a suavizante de los manteles me golpea, cuando los olores de la cocina llegan, preparando el servicio que está pronto a comenzar.

El ruido de las copas y platos siendo acomodados, puedo imaginar a Isabella preparando las reservas, a Dante cantando por lo bajo sin parar dentro de la cocina, con Tony no haciendo más que quejarse, pidiéndole que se calle.

No puedo evitar sonreír, observar los colores tenues que hay a mi alrededor, embeberme de este restaurante cargado de añoranzas, de...

—¿Qué estas haciendo aquí?

La voz de Tronchatoro me hace saltar en mi lugar, sorprendiéndome y asustándome por partes iguales, como cada que me encontraba un par de segundos distraída y no tardaba en reprenderme haciéndomelo saber.

—Señora Katherine —murmuro con voz saltarina una vez que me recupero de la impresión. —Que gusto volver a verla.

—Hujum —murmura ella, mirándome con esa expresión que siempre me hizo saber que me odiaba. —¿A que se debe el placer de tu visita? —Pregunta, se ve que intentando por todos los medios mostrar educación.

Sé que esta vez tendré que enfrentarme a ella solita, ya que Isabella hace un tiempo que no trabaja más aquí y aparentemente es mi nueva contadora, por lo que poniéndome mis pantalones de niña grande, murmuro yendo directamente al grano: —He venido a ver a Pier...

—Imposible —me interrumpe, siquiera terminando de decir su nombre completo. —El señor Greco se encuentra ocupado —sentencia.

—Si, pero...

—Y estará ocupado por un largo rato.

—Lo sé, pero tal vez si le dice que estoy aquí...

—No puedo molestarlo, la reunión es importante.

—Pues lo puedo esperar aquí sentada —respondo, cruzándome de brazos y comenzando a perder la paciencia, porque no puedo negar que esta mujer logra exasperarme como nadie.

—De ninguna manera —farfulla Katherine, luciendo por completo abochornada por mis ultimas palabras, que no les miento, que esta mujer es la reina del drama.

—¿Por qué no? —Respondo sin amedrentarme y plantándome en mi lugar. —La reunión no puede durar todo el día.

—Durara muchas horas —responde ella, mirando a su alrededor con algo parecido al nerviosismo. —Si quieres puedo programar una cita para dentro de un mes.

Pecado con sabor a caramelo. LIBRO 2Where stories live. Discover now