Soy un dios en el mundo primitivo (BL)

12. Un hombre es celoso

Qin Fei pateó al hombre que yacía sobre la piel del animal, Sa Lei se movió infantilmente, todavía frente a Qin Fei. Qin Fei pateó de nuevo y Sa Lei se movió de nuevo. Qin Fei de repente sintió que la apariencia infantil de Sa Lei era linda y no pudo evitar reírse.

Sa Lei de repente giró la cabeza, miró duramente a Qin Fei, luego giró la cabeza y se acurrucó en la piel del animal, dándole la espalda a Qin Fei. Es como usar el lenguaje corporal de esa manera: estoy enojado, por favor, convénceme.

Qin Fei se inclinó y se sentó en la piel de animal desocupada de Sa Lei, y tocó la espalda desnuda de Sa Lei con los dedos. Sa Lei resopló, pero aún no miró hacia atrás, como si hubiera decidido ignorar a Qin Fei.

Qin Fei contuvo la risa, tosió dos veces, luego le dio unas palmaditas en la espalda a Sa Lei y dijo: "Es gracioso que parezcas un niño enojado".

Sare se congeló y se incorporó de repente, temblando de ira, "¡Es gracioso! Te dejo todas las cosas buenas, pero no quieres ni dejarme un bocado de sopa. No estoy enojado porque no comí algo Buen Come porque no me tienes en tu corazón.

Qin Fei se sorprendió por un momento, no esperaba que Sa Lei pensara eso. La mano que se extendió para consolar a Sare se congeló por un momento y cayó lentamente, un rastro de tristeza brilló en los ojos de Sare. La postura amenazante se debilitó repentinamente y volvió a acostarse en silencio de espaldas a Qin Fei.

Al ver la lentitud de Sa Lei al instante, Qin Fei sintió como si algo estuviera bloqueado en su corazón, y se sintió deprimida e incómoda. Extendió la mano y tocó la cabeza de Sare, esta vez Sare no lo esquivó, y dejó que lo acariciara suavemente.

Qin Fei dijo suavemente: "Hay tantos hombres aquí. No puedo ser descaradamente especial solo porque eres el líder. Y no te quedas con la menor parte para ti todo el tiempo. ¿Por qué eres tan anormal hoy?"

Sare no habló, y también sabía que estaba creando problemas sin motivo alguno. Pero mientras piense que Qin Fei trata tan bien a los demás, incluso piensa en el hijo seco que no quiere, pero se olvida de sí mismo, su pecho se sentirá apretado, como si estuviera presionando una roca pesada.

Qin Fei retiró lentamente la mano y el cuerpo de Sa Lei se puso rígido al instante. ¿Podría ser que Qin Fei esté enojada y ya no quiera hablar consigo misma? Esta idea surgió de inmediato, y Sare inmediatamente quiso levantarse.

Un extraño olor a carne llegó a la nariz de Sa Lei, se dio la vuelta sorprendido y vio a Qin Fei sonriéndole sosteniendo un gran cuenco de piedra.

Al ver a Sa Lei darse la vuelta, Qin Fei empujó el gran cuenco de piedra frente a él, "Oh, lo guardé en secreto para mí, pero había un tipo que estaba tan enojado que solo comió un poco de la cena, y parecía como si estuviera a punto de llorar. No hay manera, este tazón solo se le puede dar para comer".

Las nubes oscuras en el rostro de Sare se disiparon, por lo que no pudo verlo, Qin Fei claramente se lo dejó, e inmediatamente se sonrojó y dijo: "Lo hiciste a propósito ... ¿Quién más está a punto de llorar ... "

Qin Fei asintió con la frente de Sa Lei, "Espero que algún idiota se vuelva más inteligente después de comer este plato de sopa de carne de serpiente y deje de adivinar por sí mismo en el futuro".

Sa Lei se rascó la cabeza avergonzado, tomó halagadoramente la cuchara de hueso áspero, recogió un trozo de carne de serpiente y se lo llevó a la boca a Qin Fei, "Aún no lo has probado, dale un mordisco primero".

Qin Fei también fue cortés, se chupó la carne de serpiente en la boca, se golpeó la boca y la fragancia en sus dientes y mejillas era deliciosa. Tomando la cuchara en la mano de Sare, recogió un pedazo grande y se lo llevó a la boca de Sare. Sare felizmente mordió la carne de serpiente en su boca, y sus ojos estaban deslumbrados por una sonrisa.

Los dos tomaron un bocado y el otro se comió todo el plato de carne de serpiente. No sé si fue porque el tazón de carne de serpiente era demasiado delicioso, o porque la interacción íntima con Qin Fei fue tan cómoda, Sa Lei realmente durmió bien, lo que lo llevó directamente a un estado de ánimo particularmente bueno a la mañana siguiente. .

Después de salir de la tienda y estirarse, Sare sintió que esa era la mañana en la que estaba de mejor humor en veintiséis años. No pudo evitar lamerse los labios, la sopa de carne de serpiente que él y Qin Fei comieron anoche era simplemente demasiado deliciosa. También debido al plato de sopa dulce de carne de serpiente, Qin Fei no rechazó su beso, como si todo fuera tan natural, aunque todavía no lo había comido completamente, había una calidez indescriptible.

Cuando estoy de buen humor, todo es muy agradable a la vista, incluso Xiao Bu, que está en cuclillas en la plaza y mira de vez en cuando, ya no es tan molesto.

Sa Lei y un grupo de miembros del equipo de caza comieron apresuradamente un poco de cecina sobrante, y con el sable que Qin Fei había explotado en sus cinturas, Xiong Jiu partió animado.

Qin Fei en realidad se despertó hace mucho tiempo, antes que Sa Lei. Es solo que la mano de Sa Lei estaba apretadamente alrededor de su cintura, y los dos cuerpos estaban cerca uno del otro sin ningún obstáculo o espacio, y Qin Fei no pudo evitar sentirse avergonzado por un momento. Quería hacer algo de espacio, no pegarlo con tanta fuerza, pero solo se movió un poco y rozó algo entre las piernas de Sare. Al sentir rápidamente los cambios en el cuerpo de Sa Lei, Qin Fei estaba tan asustado que no se atrevió a moverse de nuevo. Al sentir la lucha de Qin Fei, Sa Lei resopló dos veces aturdido y abrió lentamente los ojos. Qin Fei cerró los ojos apresuradamente y fingió estar dormida.

Sa Lei besó la cara caliente de Qin Fei ligeramente varias veces y movió sus manos con cuidado hacia arriba y hacia abajo hasta que hubo comido suficiente tofu antes de levantarse lentamente y salir. Cuando Qin Fei escuchó que Sa Lei había salido, dejó escapar un suspiro de alivio. Sin embargo, la escena de la dulzura de los dos anoche apareció repetidamente en su mente, y no pudo evitar frotarse la cara caliente con fuerza.

Al escuchar a Sa Lei gritar para llevarse al macho cazador, Qin Fei se levantó, salió de la tienda y fue al río a lavarse. Mientras caminaba de regreso, vio a Luma caminando hacia él con una sonrisa. Qin Fei entendió por qué Luma la estaba buscando, ya era sorprendente que pudiera soportarlo toda la noche antes de venir aquí hoy. Después de todo, ser capaz de producir ese tipo de medicina herbal mixta en una era tan atrasada es suficiente para ser cuestionado por cualquier tribu, sin mencionar que también salvó a un hombre mortal.

"Qin Fei, ¿eres un sacerdote de alguna tribu lejana? O... o un mensajero de Dios~" Después de hablar, la voz de Luma tembló un poco. Le resultaba difícil creer que un sacerdote de una tribu pudiera ser tan joven, ni podía imaginarse a un sacerdote de una tribu estando solo lejos de la tribu. Entonces, a menos que Qin Fei sea el mensajero de Dios, o sea Dios.

En la historia transmitida de generación en generación por los sacerdotes de la tribu Nata, hubo tal profecía: cuando la tribu Nata decaiga, el santo patrón dividirá el tiempo y el espacio, traerá sabiduría y abundante comida, y la tribu se salvará. al final.

"No soy un sacerdote ni un enviado de Dios. La mayoría de mis antepasados ​​estudiaron hierbas medicinales, así que entiendo esto". Qin Fei no tenía la intención de ocultarlo. Quería vivir en esta tribu durante mucho tiempo. así que, naturalmente, quería que Luma supiera lo que debería saber.

Luma perdió la compostura por la emoción, aunque Qin Fei dijo que no era ni un sacerdote ni un enviado de Dios, conocía las hierbas medicinales. Agarró el brazo de Qin Fei, "Quieres decir que, además de resucitar a las personas mordidas por el rey venenoso pelirrojo y tratar heridas sangrantes, también puedes reconocer muchas hierbas y curar muchas enfermedades, ¿verdad?"

Bajo los ojos expectantes del anciano, Qin Fei sonrió y asintió. "Puedo decirte lo que sé y lo que sé, y enseñarte".

Las manos de Luma que sostenían a Qin Fei temblaron más violentamente, y sus músculos faciales también temblaron, estaba inmerso en una especie de éxtasis extremo. Este pequeño macho flaco no solo los salvará del hambre y la enfermedad, sino que está más dispuesto a transmitir lo que sabe a la gente de la tribu. Aunque no es sacerdote ni enviado de Dios, a partir de ahora es el santo patrón de la tribu Nata.