Capítulo 12: Unos cuantos palos

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Al día siguiente.

Wen Chi abrió los ojos y se encontró acostado en la cama del príncipe, aunque solo estaba acurrucado de un lado, estaba tan asustado que rodó fuera de la cama.

El joven eunuco que estaba parado afuera escuchó el fuerte sonido y se apresuró a entrar.

Al ver a Wen Chi caer sobre la manta, suspiró: "Joven maestro Wen, ¿estás bien? ¿Por qué te caíste?"

Wen Chi estaba mareado, fue ayudado por el pequeño eunuco, y preguntó: "¿Dónde está el príncipe?"

"Su Alteza Real el príncipe se levantó temprano. En este momento, está en una audiencia con el emperador, y los sirvientes no saben exactamente lo que pasa..." La posición de el pequeño eunuco no es muy alta, y no puede servir al príncipe de cerca. No es como el príncipe, pero dado que este caballero Wen puede quedarse en la habitación del príncipe, naturalmente es alguien a quien no puede pegar, ofender, y debe servir con cuidado, "Joven Wen, descanse un rato, el sirviente le lavará la cara, en un rato le traerán el agua y el desayuno estará listo".

Wen Chi no podía recordar en qué momento se durmió anoche, frunció el ceño y pensó por un momento, luego recordó que estaba parado frente a la cama del príncipe y siguió bostezando... Parece que el príncipe estaba despierto en ese momento y antes de que se quedara dormido, se le permitió sentarse un rato en la cama, por lo que realmente se sentó.

Entonces se durmió.

Al pensar en esto, Wen Chi se agarró la frente con dolor.

"Joven maestro Wen" El pequeño eunuco se sobresaltó por su reacción, "¿Está bien?"

Wen Chi negó con la cabeza, este era el final, no podía quedarse más tiempo, después de decirle al pequeño eunuco, recogió el abrigo y el cinturón que no sabía cuando se lo había quitado y se fue apresuradamente.

De regreso a la Residencia Flauta de Bamboo, Wen Chi todavía tenía temores persistentes.

Los tres, Ruofang, Ruotao y Ping An, habían estado en el patio durante toda la noche. Cuando Wen Chi regresó, los tres mostraron expresiones de sorpresa y los saludaron uno tras otro.

Ping An estaba detrás con una cara feliz, Ruofang y Ruotao estaban charlando alrededor de Wen Chi.

"Muy bien, joven maestro Wen, estarás bien". Ruofang miró a Wen Chi de arriba abajo, se sintió aliviada al ver que Wen Chi estaba bien y luego dijo con una sonrisa: " Anoche, anoche, el eunuco Zhu envió a alguien para decirle que pasaría la noche en Su Alteza Real, pero los sirvientes estaban aterrorizados".

Al escuchar esto, Ruotao miró enojada a Ruofang: "Te dije que piensas demasiado, de hecho, Su Alteza Real no da tanto miedo como crees".

Ruofang sacó la lengua: "¿No son esos rumores demasiado aterradores?"

"Tú". Ruotao asintió de mala gana con la cabeza hacia Ruofang, y dijo con anhelo: "Deberíamos estar felices por el joven maestro Wen, el joven maestro Wen es el primero en el Palacio Este en servir a Su Alteza Real el Príncipe heredero, sí la persona que duerme con él está embarazada entonces será el hijo mayor, y cuando Su Alteza Real el príncipe heredero ascienda con éxito al trono en el futuro, entonces el joven maestro Wen tomará la posición de concubina directamente con gran prestigio ."

"¡Cof, cof!"

La voz de Routao no bajó, Wen Chi se asustó por la asombrosa cantidad de información en sus palabras y tosió violentamente.

Ruofang se rascó la cabeza: "Por cierto, Ruotao, ¿No te sientes un poco extraña por estar tan sola? Al resto no parece gustarle pasar tiempo con nosotras".

Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tiranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora