Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 75: Bendecir

Zizang: "..."

Zizang pensó que había oído mal.

Después de que Shi Ye lo rescató anoche, se puso en contacto con el cuarto príncipe Shi Jin y el general Lin a tiempo, y luego estuvo ocupado durante una noche lidiando con el cuerpo del secuestrador y organizando el alojamiento de los rehenes. No se acostó en la cama hasta que el alba fue débil, y lentamente se durmió.

¿Cómo podía saber que poco después de cerrar los ojos, la criada lo arrastraría junto a Shi Ye?

Sin embargo, cuando vio a Wen Chi, tuvo un mal presentimiento.

Después de escuchar lo que dijo Shi Ye, se quedó atónito en el acto, seguido de una vergüenza que casi lo ahoga.

Ha leído mucho libros de medicina, y nunca se ha ocupado de estos conocimientos.

Además, cuando pensó en la caja de madera que Wen Chi le había dado antes, estaba tan avergonzado que solo Dios sabía cuánto coraje reunió al hablar con Wen Chi.

"Su Alteza Real, realmente no entiendo esto". Zizang se levantó rápidamente, cruzó los puños, bajó las cejas y dijo: "Para estar seguro, Su Alteza Real debería invitar a otros médicos a verlo, para evitar un diagnóstico erróneo".

Shi Ye dijo: "Está bien".

Zizang pensó que Shi Ye estuvo de acuerdo con su pedido, e inconscientemente respiró aliviado.

Como resultado, antes de que pudiera relajarse, escuchó que las palabras de Shi Ye cambiaron: "Escuché a la princesa mayor decir que tienes una gran capacidad de aprendizaje, y que tienes la capacidad de recordar y enseñarte a ti mismo sin un maestro ".

Zizang: "..."

Shi Ye volvió la cabeza: "Zuozhi".

Zuozhi, que se había hecho a un lado, inmediatamente dio un paso adelante: "Sí".

"Sucede que no estoy muy ocupado, así que me quedaré aquí para acompañarte".

Zuo Zhi respondió de nuevo y se alejó rápidamente.

Wen Chi nunca soñó que Shi Ye volvería a llamar a Zizang, sintió que había hecho algo estúpido para implicar a Zizang nuevamente, quería tomar la iniciativa de admitir que no estaba embarazado.

Dudó durante mucho tiempo, pero todavía no tenía el coraje de admitirlo...

No fue hasta que Shi Ye tomó su mano y lo jaló suavemente, que de repente se recuperó, y en un abrir y cerrar de ojos vio a Shi Ye mirándolo fijamente por un momento.

Los dos estaban demasiado cerca, y Wen Chi podía ver los ojos oscuros de Shi Ye que reflejaban claramente su rostro antiestético, se lamió los labios secos y dijo algunas palabras: "Su Alteza Real, yo... "

Shi Ye lo interrumpió: "Siéntate".

Wen Chi de repente parecía una pelota de fútbol desinflada, el coraje que finalmente había acumulado desapareció nuevamente y se sentó en la parte inferior derecha de Shi Ye.

No mucho después, Zuozhi regresó, sosteniendo algunos folletos de conchas azules en ambas manos y entregándoselos a Zizang.

Zizang, que estaba tan avergonzado, se calmó rápidamente y luego miró más de cerca. Después de ver las palabras "hombre" y "embarazado" en el caparazón azul, él sintió que el mundo estaba girando por un tiempo, y de repente se arrepintió de decirle al general Lin que irían juntos a Jinzhou.

Sin embargo, el asunto es una conclusión inevitable, el hombre sentado en el asiento principal sigue siendo el príncipe al que no puede permitirse el lujo de ofender, tiene que extender la mano y tomar los pocos folletos, fingiendo leer con calma.