Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 28: Asesinato

Para evitar golpear a Shi Ye, Wen Chi giró abruptamente su cuerpo en una dirección cuando cayó, y ahora no solo le dolía todo el cuerpo, sino que también se había golpeado la cintura que le producía un dolor indescriptible.

Wen Chi yacía en el suelo, incapaz de ponerse de pie durante mucho tiempo.

Shi Ye controló la silla de ruedas para girar, se acercó a él y lo miró en silencio.

Wen Chi tomó aliento, y una fina capa de sudor frío apareció en su frente. Apretó los dientes y se levantó del suelo apoyándose con las manos. Cuando su rodilla tocó el suelo le dolió, dándose cuenta de que esta estaba sangrando.

Pero no podía retrasarse, debía llevar a Shi Ye para encontrar al eunuco Zhu lo antes posible.

Shi Ye no tenía expresión, y parecía haber algunas emociones inexplicables en sus ojos profundos. Bajó los ojos y miró la rodilla de Wen Chi: "Estás sangrando".

La voz de Wen Chi temblaba de dolor: "Estoy bien".

"¿Estás bien?", se burló Shi Ye, y luego la conversación cambió, "Olvídalo, detente".

Wen Chi dijo con ansiedad: "¡Esas personas nos están alcanzando!"

La voz de Shi Ye se volvió más fría: "¿Hasta dónde crees que puedes llegar así?"

"..." Wen Chi de repente perdió la voz, de hecho cojeaba mientras caminaba, e incluso empujando la silla de ruedas de Shi Ye, no podía correr muy rápido, pero no podía simplemente permitir que esas personas se lo llevaran a él y a Shi Ye, dijo solemnemente: "Ire tan lejos como pueda, hasta que ya no pueda caminar más".

Shi Ye se quedó en silencio por un momento, luego de repente dijo: "Ya están aquí".

En un abrir y cerrar de ojos, aquellos que los siguieron no hace mucho tiempo se convirtieron en sombras que caían del cielo, rodeando fuertemente a Wen Chi y Shi Ye.

En este callejón profundo, esas personas no tenían preocupaciones en absoluto, mirando a Wen Chi y Shi Ye como un lobo hambriento.

Cuando Wen Chi vio esto, sus piernas de repente se debilitaron y casi se cae al suelo de nuevo. Afortunadamente, agarró la silla de ruedas de Shi Ye a tiempo.

Pensó que podría deshacerse de esas personas en el callejón, pero no esperaba que esas personas fuera tan rápidas como para alcanzarlos en tan poco tiempo.

Wen Chi estaba completamente desesperado, al ver que todas las rutas de escape estaban bloqueadas por esas personas, tuvo la idea de rendirse.

¿Qué más podía hacer?

Wen Chi estaba mentalmente preparado, pero ya no estaba tan asustado como antes, había un príncipe perro que murió con él, por lo que no estaría demasiado solo en el camino al infierno.

Cómo podría saber que justo después de que terminó de pensar eso, escuchó la voz fría de Shi Ye: "Ve tú, su objetivo soy yo".

Wen Chi dijo en voz baja: "Su Alteza Real, solo los muertos pueden guardar secretos. He llegado tan lejos contigo, ¿crees que me dejarán ir?"

"Yo los distraeré. Conmigo detrás, no podrán alcanzarte". Dijo Shi Ye, incluso si la muerte era inminente, todo esto no tenía nada que ver con él.

De principio a fin, la única persona que fue perseguida era Shi Ye.

Después de darse cuenta de esto, Wen Chi tenía lágrimas que eran tan grandes como fideos, pero cuando recordó lo que dijo Shi Ye, volvió a sospechar: "¿Realmente puedo escapar?"