Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 80: Después

Wen Chi estaba atónito.

Se congeló, y ni siquiera se dio cuenta de que el jade en su mano cayó al suelo con un estrépito, hasta que Shi Ye caminó frente a él, se inclinó y lo recogió del suelo con sus delgados dedos.

Shi Ye abrió su mano hacia él, y la barra de jade tan gruesa como el dedo índice yacía tranquilamente en la mano de Shi Ye: "Esto es tuyo".

"..."

Wen Chi de repente se levantó de la silla como si su trasero estuviera en llamas.

Pronto, una mano se envolvió alrededor de su cintura.

El corazón aterrorizado de Wen Chi casi saltó de su garganta, respiró dos veces, y sus ojos almendrados, que estaban agrandados por el horror, miraban fijamente a Shi Ye, que casi se clavaba frente a él.

Vió a Shi Ye poner un brazo alrededor de él y el jade en el otro.

Los ojos de Wen Chi vagaron dos veces por el rostro impredecible de Shi Ye, y luego se posaron en el jade que sostenía.

Sintió que el calor subía a su cabeza.

Si es posible, le gustaría desaparecer aquí en el lugar como una ráfaga de viento.

Lo asombroso es que en esta situación extremadamente embarazosa, se calmó muy rápido, a pesar de que las olas tormentosas en su mente ya lo habían ahogado.

Wen Chi recuperó lentamente la voz: "Su Alteza Real, ¿Cuándo vino aquí?"

Tartamudeaba.

La expresión de Shi Ye era tranquila, y los ojos que miraba a Wen Chi también estaban tranquilos, como si nada hubiera pasado en este momento, no podía ver lo que estaba pensando en su rostro, dijo : "Te he estado esperando durante mucho tiempo".

Wen Chi hizo todo lo posible por mantener la cordura, tratando de ignorar el hecho de que no estaba usando pantalones: "¿Hay algo que Su Alteza Real quiera preguntarme?"

Shi Ye dijo: "Nada, solo vine a verte".

"Entonces..." Wen Chi aceptó rápidamente las palabras de Shi Ye, el significado de perseguirlo estaba claramente escrito en su rostro, "Su Alteza Real ya ha terminado de hacer lo que venía a hacer, creo de que es hora de que vuelva y descanse ."

Los ojos de Shi Ye se movieron levemente, no se apresuró a responder a las palabras de Wen Chi, pero lentamente entregó el jade en su mano a Wen Chi: "Tus cosas".

Wen Chi: "..."

No importa cuán descarado pretendiera ser Wen Chi, realmente no podía llegar al punto en el que no podía evitar ver a Shi Ye devolverle el jade, especialmente...

Las mejillas de Wen Chi parecían estar empapadas de sangre, y miró cuidadosamente el extremo de jade.

Especialmente un extremo del jade estaba sumergido en crema, y se veía que estaba empapado a la luz de las velas. Cuando Shi Ye recogió la tira de jade, la punta de su dedo índice y el dedo medio tocaron accidentalmente la crema.

Wen Chi sintió que se estaba muriendo, estaba a punto de morir de vergüenza.

No puede esperar a golpearse la cabeza contra la pared para ver qué hay en su cabeza, incluso puede hacer una cosa tan estúpida.

"Su Alteza Real, se está haciendo tarde ahora, debería regresar". Wen Chi agarró el jade de la mano de Shi Ye, y al mismo tiempo le dijo que se retirara, también tenía que ponerse de pie de los brazos de Shi Ye.

¿Cómo podía saber que sería abrazado por Shi Ye tan pronto como se puso de pie?

Fue inesperado y Wen Chi se sorprendió. Antes de que se diera cuenta de lo que estaba pasando, reflexivamente envolvió sus brazos alrededor del cuello de Shi Ye.