Capítulo 131: Reina Hua

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Habían candelabros colgados en las paredes a ambos lados del pasaje oscuro y la cálida luz de las velas disipaba la oscuridad en el pasaje oscuro.

El pequeño parecía estar muy familiarizado con este pasadizo secreto, tomó un candelabro que colgaba de la pared y siguió caminando hacia adentro.

Los dos cuartos oscuros parecen ser iguales, con mesas, sillas, sofás y camas blandas para que la gente descanse, pero este cuarto oscuro es más grande y lujoso, ya sea una mesa, una silla o un marco de cama Está hecho de buena caoba y hay algunos pasteles en la mesa, alguien debería haber vivido aquí.

Los ojos de Wen Chi se quedaron en los pasteles en la mesa por un momento, luego se volvieron hacia la parte posterior de la cabeza del niño: "¿Vives aquí?"

El niño se congeló. Aunque no respondió a la pregunta de Wen Chi, no negó las palabras de Wen Chi.

Wen Chi estaba muy sorprendido. No creía que la familia Hua permitiría que el niño viviera solo en un lugar así. Ese tipo de énfasis hace que Wen Chi se sienta un poco raro...

Ese tipo de atención no es como la atención de los mayores a la generación más joven, sino más bien como la atención de algunas personas a sus propios bienes privados, como si el niño pequeño no fuera una persona viva, sino un objeto valioso y útil.

Wen Chi reprimió los pensamientos desordenados en su corazón. Vio que el niño pequeño seguía caminando hacia la habitación interior sin detenerse. Después de pensarlo, lo siguió.

¿Cómo sabría que había un aposento interior en el aposento interior, siguen entrando, al aposento interior del aposento interior del aposento interior del aposento interior...

Wen Chi casi olvida cuántas habitaciones atravesó. Vamos, solo caminar en la habitación oscura por un tiempo es un poco insoportable.

Afortunadamente, el pequeño se detuvo de repente.

Wen Chi siguió al niño por detrás y se detuvo.

El pequeño volvió la cabeza y le sonrió de forma extraña: "Ya llegamos".

Wen Chi todavía tenía algunas dudas: "¿Dónde estamos?"

Miró a su alrededor y descubrió que se trataba de una habitación muy ordinaria, y los muebles de la habitación ordinaria no eran diferentes de los que acababa de pasar.

La única diferencia es que en el centro de esta habitación hay un... ¿ataúd negro?

El niño estaba parado frente al ataúd.

Wen Chi pensó que estaba equivocado, se frotó los ojos y miró más de cerca.

Efectivamente, hay un ataúd delante del niño.

El niño pequeño todavía no respondió a la pregunta de Wen Chi, solo se volvió hacia un lado y en silencio hizo lugar para Wen Chi.

Wen Chi se adelantó lentamente, y antes de acercarse al ataúd, sintió un frío penetrante clavándose en sus huesos, por un momento, pareció que incluso la temperatura a su alrededor había bajado mucho.

Wen Chi se frotó los brazos inconscientemente, y cuando se acercó, descubrió la razón: en realidad había un par de ataúdes de hielo en el ataúd negro.

Ese no es el punto...

El punto es—

Una mujer yacía en el ataúd de hielo.

Su cara y manos que estaban cruzadas sobre su estómago estaban anormalmente blancas.

Y...

La cara de esta mujer...

Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tiranoWhere stories live. Discover now