Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 27: Devolver

Wen Chi tenía miedo de haber visto mal, se frotó los ojos rápidamente y luego miró más de cerca

No estaba equivocado.

Incluso si Wen Chi olvida su apariencia, debería recordar el lunar rojo en el centro de sus cejas. Wen Chi ha visto a varios hombres con lunares en el centro de sus cejas en el Palacio Este, pero ninguno de ellos tiene en el centro de sus cejas un lunar tan hermosos y brillante como el de Wen Liang.

Otros tienen mujeres que huelen a deliciosas fragancias, pero Wen Chi tiene lunares.

Los chicos que intimidaban a Wen Liang tenían lunares rojos en la frente y sonrisas maliciosas en sus rostros, empujando a Wen Liang y charlando.

Es una pena que Wen Chi estuviera tan lejos que no podía escuchar lo que decían.

Solo podía ver que Wen Liang estaba muy indefenso y lloraba muy tristemente.

Wen Liang ya era delgado y frágil, y solo medía alrededor de 1,7 metros de altura, media cabeza más bajo que esos adolescentes. Sosteniendo sus brazos, mordiéndose el labio inferior blanco, las lágrimas brotaron de sus ojos.

La expresión de Wen Chi era un poco complicada. Aunque no le gustaba Wen Liang, se sentiría mal por verlo siendo intimidado. Dudó por un momento y decidió empujar a Shi Ye en dirección contraria.

Eso no tenía nada que ver con él, cualquier cosa que le pase a Wen Liang no es de su incumbencia.

Sin embargo, Wen Chi giró la cabeza para encontrarse con la expresión inescrutable de Shi Ye, no sabía cuánto tiempo Shi Ye lo estuvo mirando así.

Wen Chi se sintió culpable inexplicablemente, y torció la comisura de su boca: "Sir. Shi, regresemos, todavía hay gente esperándonos en el restaurante".

Shi Ye levantó la barbilla y no respondió a las palabras de Wen Chi, pero señaló la dirección de Wen Liang con los ojos: "¿Lo conoces?"

Wen Chi susurró: "No lo sé".

Como si no pudiera escuchar la respuesta de Wen Chi, Shi Ye se dijo a sí mismo: "Está siendo intimidado".

Wen Chi no sabía qué quería hacer el príncipe en absoluto, por lo que solo pudo insistir: "Realmente no lo conozco, vámonos".

Shi Ye le sonrió a Wen Chi.

Wen Chi: "..." Tuvo una premonición siniestra.

Al momento siguiente, la palma de Shi Ye se dio la vuelta y apareció un pequeño bulto de barro que Wen Chi acababa de usar.

Wen Chi observó cómo la bola de barro salía disparada como una bala/bala y golpeaba con precisión la pantorrilla de Wen Liang.

Wen Liang, quien fue tomado por sorpresa, dejó escapar un grito y se arrodilló directamente en el suelo, sorprendiendo a los adolescentes que todavía lo empujaban.

Wen Chi miró a Shi Ye sin decir una palabra: "Maestro Shi, ¿Qué está haciendo ..."

Shi Ye apretó la bola de barro en su palma y dijo: "Es divertido".

Wen Chi: "..."

El príncipe es realmente el villano, y nunca se olvida de avergonzar al protagonista en cualquier oportunidad que tenga.

Mientras Wen Chi estaba en silencio, Shi Ye agarró otra bola de lodo y golpeó la otra pantorrilla de Wen Liang nuevamente con gran precisión, Wen Liang finalmente se levantó del suelo y los adolescentes a su lado quedaron atónitos de inmediato.