Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 42: Reunión

¿Qué pasó?

Shi Jin sostuvo su pecho incómodo. Pensó que la sensación repentina de hace un momento era solo una ilusión, pero resultó que no era una ilusión, y su corazón palpitante no se calmó.

Sus cejas estaban fuertemente torcidas en un nudo, sus ojos fijos en la dirección de Li Hao por un momento.

"¿Cuarto príncipe?" La voz en su oído lo alejó de sus pensamientos, y Shi Jin vio que el oficial que acababa de hablar con él lo miraba preocupado, "¿Hay algo mal con el cuarto príncipe? ¿Se encuentra bien?"

Aunque Shi Jin sospechaba, era un inconveniente decir estas palabras en este momento. Se esforzó por no prestar atención a Li Hao allí, sacudió la cabeza y dijo: "No, estoy bien."

El funcionario pareció aliviado, e hizo un gesto de invitación: "El sol está fuerte, me temo que podría molestarlo, ¿por qué no vamos al galpón y nos sentamos a hablar."

Shi Jin levantó las comisuras de su boca, revelando una sonrisa que era como una brisa primaveral: "Estaría encantado".

El funcionario sonrió: "Cuarto príncipe, por favor".

Después de decir eso, los oficiales llevaron a Shi Jin adentro.

Después de caminar una distancia, finalmente sintió que los latidos de su corazón ya no eran tan incontrolables, pero aún así no pudo evitar girar la cabeza y mirar en dirección a Li Hao.

Vi que Li Hao había terminado de hablar con la persona a su lado, y estaba sentado en una silla, inclinando la cabeza y diciéndole algo al hermoso niño con un lunar al otro lado de él .

El chico con un lunar entre las cejas nunca le prestó atención a Li Hao, sus ojos lamentables miraban directamente a Shi Jin.

Sin embargo, Shi Jin ni siquiera le dio un vistazo al chico con un lunar entre las cejas.

Él no tenía la energía para prestar atención a los demás en este momento, porque se dio cuenta que su corazón latía más rápido de nuevo.

¡Boom!

¡Boom!

Como si el momento siguiente estuviera a punto de estallar en el pecho.

Tenía que admitir que mientras miraba a Li Hao, toda su persona no estaba bien, como si estuviera poseído.

Al final, Shi Jin hizo un gran esfuerzo para obligarse a mirar hacia otro lado.

Al llegar al galpón, aprovechó la charla entre los funcionarios  y movió la mano para llamar a una guardia personal.

"Ve y averigua quién es el hijo vestido de azul que está sentado allí", ordenó suavemente Shi Jin, "Es mejor preguntar en detalle".

El guardia dijo: "Sí".

Después de que los guardias se fueron, la expresión tensa de Shi Jin todavía no se relajó.

Durante mucho tiempo, suspiró, con una suave sonrisa en su rostro nuevamente, y se giró para buscar al oficial.

Wen Liang observó ansiosamente a Shi Jin ir más y más lejos, y pronto siguió al oficial al cobertizo, su visión estaba bloqueada por el velo y no podía ver la escena en el cobertizo.

Tomó algunas miradas más de mala gana, pero aún no encontró nada, y de mala gana retiró la mirada.

En el pasado, había escuchado tantas palabras del sistema, y ​​nunca había considerado al cuarto príncipe como un extraño, pero la distancia entre él y el cuarto príncipe hizo que tuviera que darse cuenta de la brecha entre ellos.