Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 29: Humilde

Cuanto más lo pensaba Wen Chi, más mal se sentía.

No hablemos de que Shi Ye tuvo que salir a dar un paseo antes, fue muy anormal, hablemos del estado de Shi Ye como príncipe, incluso si no había un guardia cuidándolo después de salir del palacio, era imposible incluso no tener un guardia secreto para protegerlo.

Lo más importante es que Shi Ye no es una persona impotente. No solo tiene las piernas intactas, sino que también estranguló a las personas con sus propias manos. ¿Todo eso no es suficiente para poder defenderse?

Wen Chi pensó en lo último, y solo se le ocurrió una respuesta: que Shi Ye esperaba todo esto y estaba listo para ser atrapado.

Pensando en esto, muchas preguntas cobraban sentido.

Con razón Shi Ye no trajo un guardaespaldas cuando salió esta vez, con razón el eunuco Zhu lo dejó empujar a Shi Ye solo a pesar de estar preocupado, con razón Shi Ye le dijo repetidamente que se fuera. ...

Si no hubiera sido controlado por esa fuerza cuando huyó por primera vez, tal vez el plan de Shi Ye hubiera tenido éxito.

Entonces...

El problema era él.

Wen Chi bajó la cabeza avergonzado.

De repente se molestó por el escenario de esta novela y el sistema roto de Wen Liang. ¿No sería bueno estar tan callado como un pollo para ayudar a Wen Liang a alcanzar la cima de la vida? 

Lo que es más desesperante es que no tiene la capacidad de cambiar estas cosas.

"Lo siento, sé que hice algo mal". Wen Chi estaba deprimido y bajó la cabeza con desesperación, "Si hubiera sabido que esto que sucedió esta noche estaba dentro del plan de Su Alteza Real, no habría intervenido en el plan de Su Alteza Real, es mi culpa por ser demasiado estúpido".

Shi Ye lo puso en el suelo y dijo con voz fría: "Parece que sabes que eres estúpido".

Wen Chi se miró los dedos de los pies y, lentamente, le empezaron a doler los ojos y la nariz.

Wen Chi parpadeó y las lágrimas brotaron repentinamente.

En este momento, una mano se estiró y le pellizcó la barbilla, y las puntas de los dedos fríos ejercieron un poco de fuerza, obligándolo a levantar la cabeza.

Shi Ye lo miró con los ojos bajos, su expresión indiferente sin la menor fluctuación, a pesar de que puso su otra mano en el rabillo del ojo de Wen Chi.

"Respóndeme." Shi Ye dijo: "Si ya te has ido, ¿por qué regresaste?"

Wen Chi respondió: "Debía volver".

Shi Ye parecía estar muy obsesionado con saber la respuesta a esta pregunta y preguntó: "¿Por qué?"

Wen Chi, naturalmente, no podía decir la existencia de la novela y el sistema, dudó por un momento y luego dijo de manera normal: "Tú eres el príncipe, si tienes un accidente, no viviré por mucho tiempo igualmente, en ese caso bien podría estar contigo, ya sea de vida o muerte ".

La expresión de Shi Ye permaneció igual, pero Wen Chi, que estaba frente a él, pudo percibir claramente que los ojos de Shi Ye se volvieron gradualmente más fríos.

"Así es". Shi Ye torció la comisura de su boca y reveló una leve sonrisa, pero la sonrisa estaba llena de ironía sin importar cómo la mirara, "Resulta que la medicina que te di funciona, no es de extrañar que una persona como tú, codiciosa por la vida y con miedo a la muerte, esté dispuesta a arriesgar su vida para volver y protegerme... Así es, si yo muero, no puedes vivir solo"