Transmigró para convertirse en la concubina masculina del tirano

Capítulo 136: Explotado

No sé de dónde sacó Shi Ye ese comportamiento. Pero mientras esté libre, hablará con el estómago de Wen Chi y hablará con el niño.

Especialmente por la noche, Shi Ye debe tener algunas palabras con el niño antes de dormirse.

Shi Ye no se dio cuenta de las emociones de Wen Chi, puso toda su atención en el vientre de Wen Chi, tocó el vientre de Wen Chi con cuidado, soportó y soportó conteniendo las dudas en su corazón: "¿Por qué sigue siendo lo mismo aquí?"

Wen Chi escuchó el inocente discurso de Shi Ye y se rio: "El médico dijo que tomará un tiempo que puedas escucharlo, no importa cuán ansioso estés, no ayudará a que tu hijo crezca rápido "

Shi Ye bajó la mirada y miró un poco perdido: "¿Puede el niño oír lo que digo?"

Wen Chi: "...naturalmente no puede".

Todo el mundo sabe la respuesta a esta pregunta.

Ahora, lo que tiene en su estómago es solo un embrión recién desarrollado, tal vez incluso los órganos no han crecido bien, ¿Cómo puede escuchar el divagar de Shi Ye?

Shi Ye resopló, no dijo nada y suspiró durante mucho tiempo.

Wen Chi quería reírse, pero no pudo soportarlo, estiró sus manos para sostener la cara de Shi Ye.

Una lámpara de aceite que arde todo el tiempo, consume energía limpia en todo momento.

Se siente terrible.

Wen Chi se sintió muy incómodo, trató de reprimir esos malos sentimientos y miró a Shi Ye con seriedad.

Tiene que admitir que Shi Ye sigue siendo tan guapo como la reina Hua, pero los rasgos faciales de la reina Hua son más hermosos, mientras que los rasgos faciales de Shi Ye son más fríos.

Afortunadamente, el rostro de Shi Ye se recuperó de las quemaduras graves a la normalidad, de lo contrario, un rostro tan hermoso sería una pena.

Wen Chi pensó en silencio, luego se inclinó y besó la boca de Shi Ye, lo besó unas cuantas veces más, como si no estuviera satisfecho después del beso.

La expresión de Shi Ye se congeló, dejando que Wen Chi se lo comiera una y otra vez.

Cuando Wen Chi lo besó por última vez, Shi Ye reaccionó en retrospectiva, y luego extendió la mano para sostener la cabeza de Wen Chi, pasó de pasivo a activo y presionó con fuerza.

El sonido de la saliva se mezclaba en el silencioso dormitorio.

Después de mucho tiempo, Wen Chi, que estaba sin aliento, fue liberado. Sus mejillas estaban rojas y había marcas de agua ambiguas en sus labios. Puso sus manos sobre los hombros de Shi Ye, presionó contra los labios de Shi Ye y dijo: "El niño no puede oír, pero yo puedo oír".

Shi Ye estaba atónito.

Wen Chi no es bueno para decir palabras de amor, está muy avergonzado, el rojo de sus mejillas se extiende hasta la punta de sus orejas, no se atreve a mirar directamente a los ojos de Shi Ye, bajó la mirada y susurró: "En el futuro, cuando el niño sea mayor, le diré las estupideces que dijiste antes de que naciera".

Shi Ye no pudo evitar reírse, sus ojos estaban llenos de sonrisas: "Dije tanto, ¿te acuerdas de todo?"

"Tomaré notas" Wen Chi resopló, y cuando volvió a mirar a Shi Ye, sus ojos se suavizaron lentamente, volvió a sostener la mejilla de Shi Ye y sonrió. , "Quiero que el niño sepa cuánto espera su padre su llegada".

Al escuchar esto, Shi Ye se congeló en el acto. No esperaba que Wen Chi dijera repentinamente estas palabras. Estaba sorprendido y encantado en su corazón.