D.M.P.S.Q.S.V.P.D.D.R

Capítulo 1: Deja la industria del entretenimiento

"Lin Qingyan consintió que sus fans se aglomeraran en el aeropuerto, y no sólo alteró el orden público, sino que también empujo a una mujer embarazada por lo que fue directamente al hospital".

"¡La madre de todas las personas! Me pongo enfermo cada vez que veo la palabra Lin Qingyan en los sitios de búsqueda, nada bueno puede salir de esto, espero que la mujer embarazada y su bebé estén a salvo, ¡De lo contrario esto no es diferente a matar a alguien!"

"Los fans siguen a sus fans, todos ellos no son buenos, ¡Saca a Lin de la industria del entretenimiento!"

"El mes pasado incluso utilizó la excusa del rodaje de una película para abofetear deliberadamente a An Nanyi con fuerza, rompió el corazón de nuestra familia Nan Nan, la mitad de su cara estaba hinchada y aun así sonrió y dijo que estaba bien, ¡LQY también es demasiado descarado ni siquiera una disculpa!"

"El umbral de la industria del entretenimiento es demasiado bajo hoy en día, cualquier tipo de gato o perro puede entrar.

"Me he enterado de que su padre ha estado en la cárcel, es horrible, la familia no es algo bueno, ¡No salgas otra vez a pregonar a todo el mundo!"

"¡Por favor, date prisa y sal de la industria del entretenimiento!"

"Si yo fuera Lin Qingyan me habría dado vergüenza salir a conocer a la gente, ¡Qué piel más gruesa!"

"¡Pincha mamá date prisa y piérdete!"

...

"Señor, el aeropuerto está aquí".

"¿Señor? ¿Has oído eso?"

La voz ronca del conductor de mediana edad devolvió a Lin Qingyan a la realidad, apartó los ojos de la pantalla del teléfono, susurró un gracias, se bajó el ala de su sombrero de lengua de pato para taparse la mitad de la cara, abrió la puerta del coche con la cabeza gacha y bajó entre la mirada perpleja del conductor.

Tal vez fuera porque el sol de la tarde era tan brillante que hacía difícil abrir los ojos, pero Lin Qingyan mantuvo la cabeza baja mientras tiraba de su maleta hacia el aeropuerto.

Su alta y delgada espalda parecía un poco solitaria.

Sus pasos eran apresurados, y la fuerza con la que agarraba la palanca del equipaje parecía pesada, las venas del dorso de su mano blanca se elevaban ligeramente, y el otro lado de su mano vacía se apretaba con fuerza, y si se miraba de cerca, parecía temblar ligeramente.

Las personas iban y venían en el aeropuerto, el sonido habitual salía por los altavoces del aeropuerto y el ruido a su alrededor era incesante.

Lin Qingyan se mezcló con la multitud, pero no se atrevió a mirar a nadie, aunque ahora llevaba un sombrero y una máscara, seguía teniendo miedo de que alguien le reconociera.

Últimamente, tenía alucinaciones. Cuando salía, sentía que la gente a su alrededor le miraba con desprecio, desdén y asco, y en sus oídos sonaban maldiciones como

-- "¡Lin Qingyan, sal de la industria del entretenimiento!

--¡Cómo puede un hombre como tú tener todavía la cara de vivir en este mundo!

Aunque había sobrestimado su influencia, no era más que una pequeña celebridad de nivel 18, y pocos transeúntes lo conocían cuando caminaba por la calle.

Las comisuras de sus labios se curvaron ligeramente bajo su máscara, revelando una sonrisa de autodesprecio, y Lin Qingyan aceleró sus pasos y se adelantó.

La caída no fue leve, pero Lin Qingyan ni siquiera frunció el ceño, temiendo que los ojos de los demás se detuvieran demasiado en él. Estaba a punto de apoyarse en el suelo y levantarse cuando una amplia palma de la mano apareció de repente frente a él, con unos dedos largos y huesudos ligeramente curvados, como si le indicara que tirara de él.

"Siento haberte derribado, deja que te ayude a levantarte".

Una voz baja y magnética sonó en sus oídos, tranquila e insípida, pero amable y cortés.

Lin Qingyan no pudo evitar levantar los ojos para mirarlo, el dueño de la mano que tenía delante era tan guapo como él, aunque había visto muchos hombres guapos de todo tipo en la industria del entretenimiento, con una mirada tan inadvertida, el hombre que tenía a la vista era igual de impresionante.

Al parecer, también había algo vagamente familiar en él.

Sin embargo, no estaba de humor para ver hombres guapos en este momento.

Lin Qingyan susurró que estaba bien y se levantó por su cuenta, apoyándose en el suelo, arrastrando su maleta con la cabeza gacha y alejándose a toda prisa.

El hombre retiró la mano y se quedó observando la espalda del joven, sus ojos profundos y tranquilos brillaban con una extraña emoción, como si estuviera pensando.