D.M.P.S.Q.S.V.P.D.D.R

Capítulo 113: El regreso de la madre de Gu Fei

Gu Fei descubrió que a An Qingyan le gustaba mucho el olor a perfume en su cuerpo, sin ninguna razón.

Desde que Gu Fei roció este perfume, An Qingyan se acercaba de vez en cuando y olfateaba al hombre como un cachorro, y por la noche incluso tomaba la iniciativa de abrazarlo para dormir.

En la oscuridad de la noche, Gu Fei estaba tumbado perezosamente en la cama, sus huesudos dedos jugaban despreocupadamente con el suave y corto cabello de An Qingyan, con la cara enterrada entre su cuello, respirando suavemente, mostrando sus blancos y rojos oídos.

Gu Fei sólo sintió que la piel de su cuello ardía, y su corazón se sentía como si las hormigas se arrastraran en enjambres, un poco de picor, no pudo evitar dejar escapar una suave risa, "Yan Yan, ¿Sabes......"

"¿Hmm?" La persona en sus brazos levantó los ojos para mirarle, sus hermosos ojos de flor de melocotón claros y acuosos.

Gu Fei: "Estás actuando como un pequeño pervertido en este momento".

Los profundos ojos del hombre, que no tenían astucia, tenían una pizca de burla en ellos, y su voz era baja y magnética, incluso la palabra "Pequeño pervertido" había cambiado de sabor al salir de su boca.

An Qingyan se sonrojó y rápidamente movió su posición para mantener la distancia con Gu Fei y argumentó débilmente: "...... no lo hice".

Murmuró en su corazón, si quieres decir pervertido, fue Gu Fei el primero en ser pervertido, esa noche Gu Fei lo chupó como un gato mientras dormía, mientras le decia bebé.

Pero cuando se despertó al día siguiente, era como si no hubiera pasado nada, e incluso cuando tomó la iniciativa de mencionar que quería ...... hacer algo, Gu Fei no volvió a mencionarlo durante un mes después.

Tampoco oyó que la palabra "bebé" volviera a salir de la boca del hombre.

De hecho, le gustaba bastante.

Seguía siendo el mismo hombre serio, sensato, que cada vez que se besaba se ponía a tono, y aunque lo hiciera, no llegaría al último paso si se siente incómodo.

Gu Fei se ha convertido en una tortuga ninja mutante.

An Qingyan tenía mucho miedo de asfixiarse.

Tras un momento de silenciosa reflexión, An Qingyan se acercó de nuevo en silencio, sujetando los largos y bien proporcionados dedos del hombre y jugando con ellos despreocupadamente, hablando como sin querer: "Mi brazo está casi curado".

"Bueno, hay que regresar al hospital en unos días para un chequeo". La espalda de Gu Fei agarró los dedos suaves y delgados del adolescente y los colocó en la comisura de sus labios y los besó.

An Qingyan levantó los ojos para mirar el rostro maduro y tranquilo del hombre, dudó por un momento, sus finos labios se abrieron y cerraron, su voz era tan cálida, suave y superficial como un claro manantial en las montañas, "Entonces, lo que no podías hacer antes, lo puedes hacer ahora".

Con el inteligente cerebro de Gu Fei, debió entender el significado de sus palabras.

An Qingyan contuvo la respiración y observó el rostro del hombre con preocupación, esperando su respuesta.

Gu Fei: "¿Qué es lo que quiere hacer Yan Yan?"

Su expresión no cambió mucho, como si no entendiera el significado de esa frase.

An Qingyan: "...... Hacer flexiones para hacer ejercicio".

Gu Fei alargó la mano y le frotó la cabeza, su voz suave llevaba un poco de impotencia y cariño: "Es tarde, es mejor dormir primero". Tras decir eso, bajó la cabeza y besó al joven en la frente, levantando la mano para apagar la luz: "Buenas noches".