D.M.P.S.Q.S.V.P.D.D.R

Capítulo 41: No te muevas, Yan Yan

Lin Qingyan nunca podría olvidar los últimos meses de su vida anterior, siendo acusado falsamente por An Nanyi, siendo criticado por los internautas, incluso las personas a las que quería no le entendían, y los miembros de la familia que más apreciaba no se preocupaban por él, excepto para pedir dinero.

Sólo podía esconderse en una pequeña casa alquilada que nadie conocía, sufriendo en soledad el tormento de su enfermedad, perdiendo poco a poco la vista y el sentido del oído ...... ese tiempo era como vivir en un abismo de no ver nunca la luz del día.

En ese momento, Lin Qingyan estaba pensando que tal vez la muerte sería el mejor alivio, pero cuando aquel hombre lo encontró, cuidándolo en silencio y acompañándolo, de repente no quiso morir, quiso vivir unos días más.

Fue este hombre el que hizo brillar una luz en su oscura y tenebrosa vida, pero la luz llegó demasiado tarde y su cuerpo fue como una vela que se apaga, incapaz de aguantar más.

Antes de morir, acarició el rostro del hombre una y otra vez, sintiendo cómo sus lágrimas calientes resbalaban por el dorso de su mano.

Pensó que, si hubiera una próxima vida, si hubiera podido conocer a este hombre antes. El hombre era como el caramelo de ciruela que le gustaba comer cuando era niño, aportando un toque de dulzura a su vida ordinaria y amarga.

No esperaba que ese deseo imposible se hiciera realidad tan pronto, y ahora ese hombre estaba frente a él, tratándolo tan incondicionalmente como en su vida anterior.

"¿Eres tú, Gu Fei ......?" Las yemas de los dedos de Lin Qingyan no pudieron evitar temblar, lágrimas del tamaño de un frijol fluyendo por sus mejillas mientras murmuraba en un pequeño sollozo ahogado: "Debes ser tú".

En ese momento, el hombre frunció ligeramente el ceño y levantó la mano para sujetar la mano del adolescente en su cara, abrió sus ojos aún aturdidos y miró preocupado a la persona que lloraba todo su rostro manchado de lágrimas, "¿Por qué lloras?"

La voz baja y magnética era perezosa y ronca después de estar borracho, y revelaba preocupación y nerviosismo.

Lin Qingyan no sabía si Gu Fei estaba sobrio o no, levantó la mano para limpiarse las lágrimas de la cara y sacudió la cabeza: "No es nada ...... sólo un trueno, estoy un poco asustado".

Las palabras acaban de caer, afuera realmente retumbó un fuerte trueno, Lin Qingyan esta vez estaba realmente asustado.

Los delgados hombros del joven temblaban junto con la mirada acuosa de los ojos rojos, ojos húmedos, como si fueran las espinas de una pequeña flor temblando en una tormenta, especialmente lamentable e impotente.

La cabeza de Gu Fei estaba un poco mareada, se sentó con una mano en el colchón, su fuerte brazo rodeó la delgada cintura de Lin Qingyan y la trajo a sus brazos, dijo no tengas miedo, estoy aquí.

Mientras levantaba la mano para secar suavemente las lágrimas de la cara del adolescente, con las finas y callosas yemas de los dedos tocando la suave y delicada piel, Lin Qingyan sintió el cosquilleo y el entumecimiento de su cara, pero su corazón se sintió extrañamente aliviado.

Ni siquiera quería dejar el abrazo del hombre, sólo ...... Lin Qingyan se sonrojó un poco, la camisa de Gu Fei estaba tan abierta y suelta, su cara estaba presionada contra el pecho a la vista de Gu Fei, cálido al tacto.

Vi lo que debería haber visto y lo que no debería haber visto.

Mientras Gu Fei estaba borracho, le echó dos miradas más en silencio, después de todo, su cuerpo era realmente bueno y se podía envidiar.

Sin embargo, el pequeño pervertido que estaba espiando tranquilamente no se dio cuenta de que el hombre no se movía y captó todas sus pequeñas acciones, y hubo un destello de risa en sus ojos de borracho.