46. Secreto a voces

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Risas y diversión. Parecen algo bastante simple, sin embargo, hacía mucho tiempo que en la vida de Luisita escaseaban ese tipo de cosas, pero ahí estaba, sentada en una del reservado riendo a carcajadas con sus amigos de toda la vida. Las bromas sin gracia de Fede, la picardía de los comentarios de Mateo y la cara de "no sé porque sois mis amigos" de Marina. Todo volvía a su sitio sin ser exactamente lo que era, y estaba bien, porque ahora eran más maduros, más adultos, pero con la misma admiración los unos por los otros y Luisita aun no se podía creer cómo había sido capaz de alejarlos de su vida de esa manera. Por suerte, había tenido una segunda oportunidad para recuperarlos y cada día sentía que estaba más y más cerca de esa vida que tanto quería.

El King's no tardó mucho en llenarse. Estaba abarrotado como nunca, y eso que solía estar hasta los topes, pero ese día en concreto había muchísima gente, incluyendo el resto de su grupo. Los chicos ya se había dispersado, Fede se había ido con sus amigos y Mateo bailaba con su novia, y mientras que Marina estaba en la barra hablando con María esperando a que le pusiera su bebida, Luisita se había quedado en la mesa con alguna de las chicas. Miraba a la mesa vacía de su lado, sabiendo que era la que María había reservado para sus amigas, cada vez que lo hacía se acordaba de que su novia estaba apunto de venir.

Luisita se lo estaba pasando muy bien y, aunque tenía ganas de ver a Amelia, no era como cuando estaba con Bea que sentía que si no estaba con ella no podría divertirse. Y aunque Luisita sabía que con Amelia a su lado mejoraría la noche, ahora sabía que también podía disfrutarla sin ella, y eso era una de las grandes cosas que le estaba enseñando la morena, la independencia en una pareja.

– Ey. – dijo Laia sonriente mientras se sentaba a su lado.

– Eyy. – le respondió la rubia con la misma sonrisa amable.

– ¿Cómo estás?

Luisita sabía que la pregunta no era tan simple como parecía, sabía que no se refería a ese momento exacto, sino a la recuperación tras su ruptura con Bea. La última vez que vio a Laia fue cuando celebraron aquella fiesta en el King's, donde Amelia la sustituyó trabajando y Bea intentó arruinarle la noche con reproches. Era consciente que esa noche, aunque estaba mejor que antes, no estaba tan plena como lo estaba ahora.

– Muy bien, me siento realmente bien.

– No sabes cuánto me alegro.

El destello en los ojos delató sus sentimientos y Luisita pudo verlos perfectamente. Se sintió mal, muy mal, pero ella ya le había aclarado hacía tiempo a Laia que aquello no era mutuo. Cuando lo supo aun no había conocido a Bea y no le debía nada a nadie, estaba soltera y podría habérsela tirado y pasar unos buenos ratos. Pero es que la rubia sabía que para lo que ella sería una anécdota más, para aquella chica que la miraba con adoración, sería una gran rotura en el corazón, y ella nunca podría jugar con la ilusión de nadie, ni si quiera ahora.

– He conocido a alguien. – dijo Luisita de repente, haciendo que la sonrisa de la morena se cayera. – Lo siento, no tendría que haber sido tan brusca.

– No, no te preocupes. Sabes que siempre he preferido que seas sincera. – dijo en un tono mucho más bajo que el que llevaba hasta ahora. Miró bien a la rubia porque aunque ya no tenía ninguna oportunidad, seguía queriendo su felicidad. – ¿Te trata bien?

Luisita sonrió con aquel brillo en los ojos que sólo le aparecía cuando pensaba en Amelia, y asintió. Laia pareció algo aliviada por la sincera respuesta, porque al fin y al cabo, era más que evidente que ya no era esa sombra triste que vivía en la oscuridad de Bea, ahora Luisita parecía realmente feliz y eso era innegable.

– Ha sido mi pilar estos meses y la razón por la que sonrío de nuevo. Ella hace quererme más a mí misma y eso es lo que tú también te mereces, Laia, una persona que te quiera tanto que haga sentir realmente especial, única, y siempre supe que eso no te lo podía dar yo. Nadie se merece estar con alguien que no le haga sentir viva.

Un refugio en ti (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora