The General Loves to Collect Little Red Flowers

Ch44 - ¡No volveré!

A la medianoche, Yan Jie, que sostenía una mini prisión en su mano, exclamó: "Sr. Xiao Le, ¿no es demasiado pequeño? Había pensado que la prisión sería al menos más grande que una caja de zapatos, pero resultó ser del tamaño de sus dos puños juntos.

"Esto es para ahorrar algunos recursos. De todos modos, todo cambia de tamaño una vez que llega al Inframundo ", respondió Le Yao y miró las pequeñas prisiones de papel que habían sido colocadas en una gran caja de cartón y estaban separadas por tabiques. Continuó: "Hay veinte prisiones en total, lo que debería ser suficiente. Oh, olvidé conseguir algo. Por favor, espérame."

"¿Qué es?", Preguntó Xu Yao.

"Todavía hay algunos soldados que no han recordado sus cumpleaños. No puedo ignorarlos. Sería demasiado miserable para ellos ver a otros comer el incienso pero no tener ninguno para sí mismos ", dijo Le Yao y recogió un sobre. Parecía pesado, pero no contenía ninguna letra: "Le pedí a Leslie que buscara imágenes correspondientes a la información de esas personas y las imprimí. Más tarde, los usaré para las ofrendas en lugar de sus cumpleaños ".

"Has trabajado duro", Xu Yao lo ayudó a traer la gran caja de cartón afuera y le preguntó, "¿Deberíamos ir a la misma colina que anoche?"

"No, tengo que encontrar un lugar más plano hoy para llamar a esas almas con casos especiales. Por cierto, ¿podemos traer también una mesa? "Para quemar las ofrendas usando las imágenes, tendría que poner las varitas de incienso en un frasco de arroz frente a las fotos en una mesa. No podía colocar las fotos en el suelo.

Xu Yao ordenó a Yan Jie que llevara la mesa plegable. Esta mesa plegable era un dispositivo de soporte estándar disponible en todas las casas móviles. Era del tamaño de un escritorio individual y muy cómodo de llevar.

Le Yao echó un vistazo a la hora, eran solo unos minutos después de la medianoche.

Dado que la cantidad de información que necesitaba ser ingresada al cerebro de la luz hoy era enorme, Xu Yao se había unido al equipo de lectura de datos. Tres personas leyeron juntas y finalmente lograron convertir los datos de nacimiento de 8000 soldados en los ocho caracteres requeridos antes de la medianoche.

Para esta noche, habían traído consigo cincuenta conos grandes y veinte prisiones al monte Fuhe. No soltaron los conos de incienso de inmediato, sino que primero dejaron a Le Yao en una cueva ubicada al lado del Ejército de lobos voladores no muertos. Esta cueva había sido destruida durante la guerra. En realidad, no debería llamarse una cueva. Le Yao pensó que era más apropiado llamarlo 'pozo de montaña'. Lo que era aún más conveniente era que los escombros en frente del pozo de la montaña habían sido limpiados, y había varios árboles creciendo a su alrededor, lo que protegería a Le Yao de ser descubierto un poco.

Con una pequeña bolsa en la mano, Le Yao saltó y le dijo a Xu Yao: "Dame la caja y la mesa".

Xu Yao saltó con la caja y la mesa.

Le Yao: "¿No vas a disparar ?"

Xu Yao: "El objetivo está justo a mi lado. ¿Qué voy a hacer estando tan lejos?

Le Yao: "¿Cómo puedes decir eso ?! ¡Se Serio!"

Xu Yao: "Obviamente, tú eres el que piensa en cosas extrañas".

Le Yao: "¡Tú!"

Xu Yao puso la mesa y dijo con una sonrisa: "Está bien. Solo tengo que demostrar ese tipo de cosas una vez. No hay necesidad de hacerlo dos veces. Si hago todo, ¿qué harán?

Xu Yao ayudó a sacar el papel que había impreso en él la lista de los ocho personajes del ejército de lobos voladores no muertos restantes. Le Yao miró hacia el campo de batalla y vio a Ji Fengyu y los otros hermanos fantasmas comenzar a flotar sobre el ejército de muertos vivientes. Estaban posicionados más arriba que el Ejército del Lobo Volador, y el color de sus cuerpos espirituales no era el mismo que el del Ejército del Lobo Volador, por lo que eran fáciles de detectar.