━ 𝐗𝐂𝐈𝐈𝐈: Mensajes ocultos

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•─────── CAPÍTULO XCIII ───────•

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─── CAPÍTULO XCIII──

MENSAJES OCULTOS

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        UNA MOLESTA DESAZÓN se había instaurado en el pecho de Drasil, oprimiéndole el corazón. Esa tarde, poco después del mediodía, Björn y Eivør habían regresado al campamento tras cuatro días de viaje. Sus amigos, quienes habían acudido a Vestfold para intentar negociar nuevamente con Harald, Ivar y Hvitserk, les habían traído malas noticias —las peores, de hecho—, puesto que sus enemigos se habían negado en rotundo a hacer un trato con ellos. Aunque aquello era normal, dadas las circunstancias. La llegada del ejército franco les había conferido una enorme ventaja, por lo que no era de extrañar que no hubiesen querido deponer las armas.

No obstante, tanto Björn como Eivør habían coincidido en que los soldados enviados por Rollo eran muy numerosos. Lo suficiente como para que Piel de Hierro estuviera intranquilo y desestimase la idea de Lagertha de enviar a un grupo de guerreros a Kattegat para protegerla en caso de ataque. Necesitaban a todos los hombres y mujeres capaces de portar un arma allí, en el asentamiento. No podían permitirse prescindir de nadie.

La hija de La Imbatible se volteó hacia su mejor amiga, que fue la última en ingresar en su propia tienda. Tras su regreso al campamento se había llevado a cabo un nuevo thing con el objetivo de que los recién llegados les pusieran al corriente de lo que había ocurrido en Tamdrup. Y ahora que la asamblea había llegado a su fin, Eivør le había pedido que la acompañase a su carpa para poder hablar a solas con ella.

—¿Todo bien, Eiv? —consultó Drasil, inquieta. Había algo en el comportamiento de la morena que le resultaba extraño, además de alarmante.

Eivør tardó en responder. Primero avanzó hacia la más joven y le indicó que tomara asiento en el lecho de mantas y pieles que cubría gran parte del suelo. Luego, cuando Drasil se acomodó sobre uno de los cojines, ella hizo lo mismo, dejándose caer a su lado. Un aura de misterio la envolvía, como si estuviera a punto de revelar un secreto inconfesable.

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