𝐘𝐆𝐆𝐃𝐑𝐀𝐒𝐈𝐋 || ❝ La desdicha abunda más que la felicidad. ❞
Su nombre procedía de una de las leyendas más importantes de la mitología nórdica: Yggdrasil, también conocido como el Árbol de la Vida, aquel de cuyas ramas y raíces surgen los Nuev...
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N. de la A.: os aconsejo escuchar la canción de multimedia mientras leéis el epílogo. Prometo que no os arrepentiréis.
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•──────── EPÍLOGO ────────•
VIDA Y MUERTE
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EL AIRE OLÍA A SANGRE Y MUERTE. Aquel lugar que, horas atrás, le había hecho competencia al mismísimo Helheim ahora no era más que un cementerio. No quedaba ni un alma en pie. El ejército vencedor se había replegado hacía más o menos una hora, luego de ayudar a sus heridos y llevarse a sus muertos para ofrecerles una despedida digna. Los únicos cadáveres que quedaban en aquella vasta explanada eran los del bando perdedor, los cuales habían sido abandonados a su suerte para que las alimañas dieran buena cuenta de ellos. De hecho, ya había una bandada de cuervos revoloteando sobre los cuerpos exánimes, a la espera del momento propicio para aterrizar y darse un festín.
Con una gruesa capa de piel de lobo sobre los hombros se dispuso a continuar vagando por la solitaria llanura. Su intención inicial no había sido bajar hasta el valle, dado que los que habían participado en aquella masacre podían andar cerca, pero su curiosidad había vencido a su sentido común. Los gritos, los llantos y el choque del acero contra el acero habían llegado hasta el otro lado de la Montaña de la Cicatriz como un eco espectral, haciéndoles saber que la temida guerra civil entre Vestfold y Kattegat había alcanzado su punto álgido. Y ahí estaba ahora, horas después, caminando entre montones de cadáveres y miembros mutilados.
No era la primera vez que lo hacía: presentarse en el lugar donde se había desatado una batalla para rebuscar entre los muertos y hacerse con sus armas y demás objetos de valor. Al fin y al cabo, ellos ya no los iban a necesitar más. Por no mencionar que en el mercado ofrecían una buena propina por metal de calidad. Lo que no era tan agradable, en cambio, era ver ciertas imágenes que, debido a su crudeza, se te quedaban grabadas a fuego en la retina. Aunque él ya estaba curado de espanto y tenía más estómago que cualquiera.
