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Capítulo 42 El entorno de trabajo de las montañas de invierno es especial (2)

Los conejos de nieve gigantes comenzaron a ponerse nerviosos mientras trataban de evadir las balas que llovían sobre ellos desde todos los lados.

Iron aprovechó este hueco y rápidamente corrió hacia el tercer puesto de guardia para ver cómo estaban sus hombres. 

Se sintió aliviado cuando vio que no había bajas entre sus hombres.

Quizás este resultado afortunado se debió a que la batalla acababa de comenzar, pero él sabía que la situación habría sido terrible si hubiera llegado más tarde por un segundo. Vio que los conejos de nieve gigantes se precipitaban rápidamente y con las habilidades de sus hombres, definitivamente habrían sido abrumados por su número si él y las tropas de arriba no hubieran llegado a tiempo.

(Ppiiiiiiiiii—)

Iron rápidamente pisó el tercer puesto de guardia. Su arma nunca dejó de disparar en medio del continuo sonido fuerte de la bocina de emergencia y siguió disparando para ayudar a los demás que luchaban desesperadamente contra los conejos de nieve.

Sin embargo, sus balas y reservas de balas comenzaron a agotarse, e incluso las balas que Iron tenía con él estaban desapareciendo rápidamente.

—¡Todo el mundo! ¡Prepárense para el combate cuerpo a cuerpo!

Los cabos empuñaron rápidamente sus espadas y lanzas después de escuchar los gritos de Iron.

Todas las armas que llevaban habían sido procesadas con maná, por lo que eran armas que podían matar a los monstruos un poco más fácilmente en comparación con solo disparar balas mágicas. 

Aunque las balas mágicas eran útiles en la batalla por su largo alcance, no eran eficientes en términos de matar monstruos. Las balas mágicas no tenían suficiente poder de penetración para atravesar la gruesa piel de los monstruos y los cuerpos reforzados con maná, debido a esto, eran más difíciles de usar durante batallas como esta. 

Los conejos de nieve gigantes fueron un excelente ejemplo de esto. A pesar de haber sido golpeados por innumerables balas mágicas, aún podían saltar y correr para causar estragos, debido a esto, los rifles solo se usaban a menudo para mantener a raya a los monstruos.

—Primeras clases privadas, controlen a los conejos de nieve gigantes con sus rifles y ¡asegúrense de que no se acerquen demasiado!

Iron gritó en voz alta sobre los caóticos sonidos de la batalla. Las primeras clases privadas y los cabos entendieron lo que quería hacer. Amartillaron sus rifles e inmediatamente dispararon para evitar que los conejos de nieve se acercaran demasiado al puesto de guardia.

Iron asintió con la cabeza cuando vio que los soldados inmediatamente crearon un círculo defensivo alrededor del puesto de guardia. Sonrió satisfecho cuando vio a Sean luchando ferozmente y evitando bajas entre sus filas. 

Quizás fue porque Sean había estado trabajando duro para que no hubiera bajas en sus filas.