Capítulo 173 El contraataque del ejército de campo móvil (1)

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A pesar de la carga estremecedora de los búfalos de agua y el impactante ataque del cuerpo de hormigas gigantes, las tropas del Ejército de Campaña pudieron proteger su Comando. En este momento, estaban atendiendo a sus bajas y heridos y reparando los daños al castillo mientras esperaban el regreso de su Comandante.


Sin embargo, contrariamente a sus esperanzas, su Comandante no regresó. Todos esperaban ansiosamente, pero no se podía ver a Iron. Solo entonces se dieron cuenta de que la situación que tanto se esforzaron en negar se había hecho realidad.


"¡El Comandante encontró un problema!"


Este pensamiento brilló en la cabeza de todos.


La primera en moverse fue Ariel. Luego, Cardro fue inmediatamente a donde estaban los dragones para ordenarle a la unidad de dragones que fuera al área donde luchaba Iron. Era consciente de la gravedad de la situación por lo que trató de moverse lo más rápido que pudo con sus subordinados.


Pero antes de que pudieran salir, un pequeño pájaro de repente voló hacia Ariel.


―¿Baep...sae?


El pajarito inclinó la cabeza con ternura antes de picotear la frente de Ariel. Entonces, la voz de Iron resonó en los oídos de Ariel.


No creo que pueda volver pronto al Comando debido al gusano blindado gigante. Mantén el Comando a salvo hasta que yo regrese.


Baepsae trató de volar después de que se emitió su voz. Parecía que el pajarito quería volver con su dueño inmediatamente después de hacer su trabajo, pero Ariel rápidamente sacó una pequeña cuenta, un cristal de comunicación, y se la acercó a Baepsae. El único problema era que parecía demasiado grande para el pequeño cuerpo de Baepsae.


(¡Pío!)


Baepsae gorjeó y le hizo un gesto a la vacilante Ariel para que colocara la cuenta en su espalda. 


La vacilación de Ariel creció después de ver el gesto de Baepsae, pero finalmente colocó el cristal de comunicación, que era mucho más grande que su cuerpo. Luego, apareció maná verde y cubrió todo el cuerpo de Baepsae mientras llevaba el cristal de comunicación como si no hubiera ningún problema.


Ariel observó a Baepsae llevar la herramienta de comunicación sin comprender antes de volver en sí para llamar a Cardro.


Cardro llegó corriendo y se detuvo frente a Ariel mientras escuchaba toda la historia.


―Entonces, ¿estás diciendo que... Baepsae vino aquí... y te dijo que no había ningún problema?


Entonces, la expresión de Cardro se volvió solemne.


―El problema es... tenemos que proteger este lugar por nosotros mismos por un tiempo...


Ariel suspiró después de escuchar a Cardro.


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