Capítulo 169 La batalla defensiva al mando (4)

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Con la llegada del segundo equipo, las tropas finalmente pudieron estar tranquilas y operar bien. Sin embargo, Iron permaneció ocupado. Después de todo, el nivel general de su ejército aún era insuficiente, por lo que aún necesitaba moverse y bloquear a la mayoría de los monstruos que se le presentaban.


(¡Pío, pío!) ( ¿Cansado? )


―Todavía puedo soportar.


(Pío...) (Suspiro...)


Baepsae no regañó tanto como antes porque sabía que no había nada más que pudieran hacer en esta situación. Sin embargo, Iron podía sentir la creciente preocupación de los pequeños pájaros reunidos frente a él. Podía sentir sus emociones y preocupaciones más claramente, especialmente después de que se habían asimilado.


―Hagamos nuestro mejor esfuerzo por un poco más de tiempo.


Las bestias divinas en forma de pequeños pájaros asintieron con la cabeza ante la petición de Iron.


Baepsae también alivió el agotamiento de Iron con su poder de curación y vitalidad hasta cierto punto, pero sin importar cuántas veces Baepsae hiciera esto, la fatiga que había acumulado no podía aliviarse por completo. Al igual que con la magia o la curación, la primera vez tendría efectos maravillosos, pero si se usaba repetidamente, el efecto inevitablemente se reduciría. Lo que Iron más necesitaba en este momento era descansar. Pero la situación en este momento mantuvo a Iron estirándose.


Al principio, los ataques solo ocurrían cada pocos días, pero ahora atacarían todos los días. Esto significaba que hasta que se completara el Comando, Iron tendría que salir él mismo y evitar la mayoría de los ataques de los monstruos mutantes. Incluso después de que llegó el segundo equipo, todavía estuvo solo en la vanguardia durante un mes seguido y barrió a los enemigos. Las Tropas del Ejército de Campo también intentaron ayudar a Iron y aliviar la carga sobre él, ya que estaban mejorando gradualmente debido a las repetidas batallas diarias.


Todos tenían ojos para poder ver cuánto estaba exagerando Iron en este momento... Entonces, apretaron los dientes y lucharon.


Los equipos 3 y 4 llegaron mientras todo esto sucedía y poco a poco fueron creciendo en número. El ejército finalmente comenzó a tomar la forma del Ejército de Campaña que había imaginado. Aunque las aeronaves tenían que moverse de un lado a otro para transportar continuamente a las tropas del Ejército de Campaña recién establecido, sus esfuerzos ayudaron a acelerar el proceso y el sistema militar comenzó a tomar forma gradualmente. Las tropas recién llegadas también comenzaron a tomar posiciones útiles y a construir campamentos alrededor del sitio del castillo derrumbado donde se iba a construir su Comando.


Después de innumerables giros y vueltas, finalmente pudieron garantizar la seguridad mínima del sitio que permitió que entraran los trabajadores de la construcción y los funcionarios administrativos enviados al Comando.


El primer edificio en el que se enfocaron fue el Centro de Comando. También comenzaron a construir instalaciones de defensa alrededor de los muros aún intactos del castillo para asegurar y mantener la estabilidad. Gracias al arduo trabajo de los equipos 1.° y 2.°, que realizaron la construcción básica del Comando a pesar de su agotador programa, la construcción se llevó a cabo sin problemas.

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