Capítulo 105 Territorio de Leonhardt (1)

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El Ejército del Noreste solo asistió al primer día del festival, todos ellos preparados para partir del Comando Este hacia el Comando Noreste después de que terminara la ceremonia de premiación. Los oficiales del Comando del Este también se movieron para despedir a las tropas del Noreste en la puerta de distorsión.


Mientras se movían fuera de control...


―¡Extra! ¡Extra! ¡El Gremio de la Ballena Blanca hizo algo!


―¿Ballena blanca? ¿Esos de otro mundo?


―Sí ¡El patán, Kim Jungtae, hizo algo en las islas Puerh!


―¿Qué hizo él?


―¿No ha terminado la guerra?


La gente acudió en masa a donde estaba el chico que vendía el periódico. El niño sonrió gentilmente y levantó su canasta de dinero.


―Quién sabe... Escuché que los del otro mundo han descubierto los tesoros de las sirenas.


―Jo... ¿Es eso así?


―Esta es una primicia de nuestro periódico, nos mantuvimos en estrecho contacto con la Ballena Blanca. Bueno, ¿tal vez fue por las habilidades únicas de los habitantes de otros mundos? Dijeron que pudieron obtener una gran cantidad de los tesoros de las sirenas de las profundidades del mar.


―Tesoro... ¿cuál?


La gente le preguntó al niño con curiosidad, pero el niño solo negó con la cabeza como si no pudiera decir más.


―¡Por favor, lea los detalles en el periódico!


Al escuchar las palabras del niño, la gente sacó monedas de sus bolsillos y las colocó en su canasta para comprar una copia del periódico.


Iron, que vio esta escena desde lejos, sonrió.


"Al final, él sigue siendo el que lo tomó".


Durante la Guerra del Este, el Gremio de la Ballena Blanca no logró obtener los méritos, contribuciones y recompensas esperados. Sin embargo, con la fuerte voluntad de Kim Jungtae, aún pudieron hacer algo sobre su situación.


Iron estaba seguro de que podrían competir con los gremios de otras regiones solo con los tesoros que habían obtenido aquí. Aunque la coalición de otros mundos era fuerte, la Ballena Blanca todavía tenía la capacidad de crecer hasta el punto de poder enfrentarse cara a cara con ellos. 


Iron estaba seguro ya que se había encontrado con Kim Jungtae en su vida anterior.


―Ese bastardo espantoso finalmente consiguió el tesoro.


Richard Burton sonrió amargamente al escuchar la noticia desde lejos. Recordó el abuso que había soportado antes de que llegara Iron, después de todo, Kim Jungtae era el único contratista de bestias divinas en ese entonces. Incluso los oficiales del Comando del Este tenían expresiones feas cuando recordaban cómo actuó Kim Jungtae en el Comando. 

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