KING OF CLASSICAL MUSIC

Capítulo 85

La Orquesta Filarmónica de Berlín realizó su último concierto en el Golden Hall a finales de mayo.

Como una de las mejores orquestas sinfónicas del mundo, tenían un estilo solemne. Cada músico fue reconocido mundialmente, y sus shows siempre fueron tan bien recibidos que llenaron la casa. Incluso los artículos en revistas de música que informan sobre sus conciertos podrían convertirse en una gruesa colección de comentarios musicales.

Al caer la noche, las farolas brillaban doradas. Las pantallas de estilo europeo proyectan sombras borrosas.

Frente al Musikverein, un río de autos se detuvo lentamente, liberado de sus clientes sonrientes.

Cuando el público estaba sentado, Qi Mu encontró caras conocidas. Entre ellos se encontraban Scott, el violoncelista que visitó, y Kenneth, el maestro de conciertos de la London Symphony Orchestra.

El concierto atrajo a muchos músicos famosos, y los medios de comunicación y los críticos musicales siguieron su ejemplo.

El boleto que Min Chen le dio a Qi Mu estaba en el lado izquierdo de la tercera fila, lo que le dio una buena vista del grupo de violín. La ubicación también tuvo el mejor audio de toda la actuación. Aunque el diseño arquitectónico de la sala proporcionó a la audiencia un sonido casi perfecto, un buen oído podía escuchar diferencias sutiles.

Qi Mu miró el repertorio en su mano. Los bordes de la tarjeta negra estaban forrados con patrones plateados. La parte posterior presentaba una introducción de la orquesta, mientras que el frente mostraba las cinco piezas que iban a tocar.

La gira por Europa de la Orquesta Filarmónica de Berlín de este año siguió a Schumann como tema. Casi todo su repertorio fue obra suya, pero también tocaron algunas piezas de otros maestros. El repertorio de esa noche tenía dos de las sonatas de Schumann, así como el Con Concierto para piano n. ° 1 de Chopin y Sinfonía n No. 3 de Beethoven y 《Sinfonía n. ° 9.

Este repertorio le recordó a Qi Mu el concierto que se perdió hace medio año *. En ese escenario en la capital de Huaxia, Bai Ai interpretó 《The Destiny Symphony》 como su pieza final y ganó el aplauso de toda la audiencia.

"Es una pena que no haya podido escuchar su 《Destiny》 ..."

Qi Mu sonrió impotente y se rió entre dientes suavemente. Una campana melodiosa sonó, y los miembros del grupo bra.ss entraron desde la izquierda.

En medio del estruendoso aplauso, Christole, sosteniendo su violín, salió de entre bastidores. Después de llevar a los otros miembros en grupo a sus asientos, un hombre guapo vino del otro lado. Le acompañaba un creciente aplauso.

Qi Mu también sonrió y aplaudió mientras miraba el escenario iluminado por focos.

Puede haber sido su imaginación, pero sintió que la mirada de Min Chen se fijó en él, sorprendiéndolo un poco. Cuando se recuperó, el 《Carnival of Vienna Sch de Schumann, lleno de alegría y entusiasmo, ya había comenzado.

Esta pieza era brillante y vibrante, y cuando la melodía resonó en toda la sala de conciertos, llevó al público a una escena de celebración nacional. El violín era suave, y el grupo de la pipa tocaba un tono ligero. Cuando esta sonata para piano se reorganizó en una sinfonía, muchas personas se preguntaban:

¿Podría ser cambiado así?

Qi Mu había escuchado 《Carnival of Vienna una vez, dirigido por el Sr. Charles en París. En ese momento, Min Chen estaba sentado a su lado. Ahora. . . Se paró ante el podio, liderando a toda la orquesta.