The Young General's wife is Mr. Lucky

21. JOVEN GENERAL PREOCUPADO

Ahora, lo que más necesitaba Yu Jinli era sal. La sal es un condimento maestro. Toda comida lo necesita.

"¿Sal? ¿Que es eso?" Tanto el personal de ventas como la tía Li estaban confundidos. Aparentemente, esta fue la primera vez que escucharon esa palabra.

"¿Tienes algo que sepa salobre?" él reformuló.

Incluso si no hubiera sal aquí, con algo salobre, podría obtener sal, aunque eso llevaría algún tiempo.

El personal de ventas lo pensó detenidamente y luego dijo: “Aquí tenemos un vegetal salobre. ¿Es eso lo que quieres?"

Al escuchar eso, sus ojos se iluminaron cuando dijo: "Déjame echar un vistazo".

El personal de ventas fue a buscar en el almacén. Después de un tiempo, regresó con algo negro en forma de bulto. Otros retrocedieron, disgustados por el aspecto de la cosa.

Fue feo.

"Eso es todo." El personal de ventas le presentó a Yu Jinli el bulto negro, un poco incómodo ya que no sabía lo que quería este joven señor.

Yu Jinli tampoco sabía qué era. Lo tomó, lo cortó un poco con la uña y lo probó. Inmediatamente, su hermoso rostro se hizo un nudo.

"Jovencita, no comas algo que no sabes". Tía Li estaba asustada por su mirada. Si algo le sucedía a la Joven, estaba condenada.

"Estoy bien. ¿Tienes más de esto? Quiero todo lo que tienes Y toda la pimienta ”, dijo Yu Jinli con ojos brillantes.

No había esperado que su primera vez fuera un éxito. No solo había encontrado pimienta, también había tenido sal.

Aunque no era sal, había un alto nivel de sal en este bulto negro. Después de un poco de trabajo, ya tendría sal.

Parecía que todo tipo de manjares ya lo saludaban. Una vida feliz lo esperaba.

Tía Li no sabía por qué Yu Jinli quería algo que todos los demás no querían, pero no debía dudar de él ya que él era la Joven Dama, por lo que le pidió al personal de ventas que hiciera lo que Yu Jinli le había pedido.

Habiendo comprado lo que quería, Yu Jinli estaba de muy buen humor. No podía esperar para volver a casa y hacer algo de comida.

Aunque había tenido lomo de dragón todos los días, era cierto que el lomo de dragón no tenía sabor. Se estaba muriendo por una buena comida.

Extrañaba la comida en la tierra, lo mejor de lo mejor.

En su camino de regreso, pasó por todas las delicias que había tenido cuando estuvo en la tierra mientras consideraba qué hacer más tarde mientras su rostro se llenaba de sonrisa.

En este momento, Jiang Mosheng, que no podía moverse acostado en la cama debido a su lesión, estaba mirando la puerta, esperando algo.

Normalmente, a esta hora del día, la puerta se abría, luego un niño delgado entraba feliz con la preparación nutricional.

Sin embargo, hoy, la puerta no tenía señales de movimiento, lo que frunció el ceño a Jiang Mosheng. Estaba preocupado si algo le sucedía a ese Yu Jinli.

Por primera vez, se odiaba a sí mismo por ser tan débil sin siquiera poder salir por la puerta.