Intento 57

123 24 148
                                    


 "No entiendo bien. ¿Puedes volverlo a explicar?" pidió Lasalo.

Ya era la segunda vez que Samir le había repetido lo mismo porque no había comprendido a la primera. Alexander se preparaba a soltarle algo que Mandi temió no iba a ser muy amable, así que intervino rápido.

"Escucha, Lasalo, tú estabas dormido, por eso noo  tee   aa-cueer-daas. Para salir de acá, tenemos que atravesar unas montañas, las montañas son aal-taas. El Mario pudo pasarlas antes con las justas, ahora no podrá porque carga más pee-soo."

"¿Por qué más peso?" preguntó el mismo chico otra vez. "Yo no me he engordado y no veo que ninguno de ustedes estén más rechonchos tampoco, ¿o sí? A ver, si me dan una balanza les puedo decir porque yo me peso todos los días después del gimnasio, así que sé exacto cuánto es."

"No, Lasalo," terció Mandi de nuevo con una paciencia de santa. "Nadie se ha engordado. Es que somos más personas y cargamos más equipo. Mira, cuando llegamos éramos cinco, ¿verdad? Samir, Alex..."

"¿Quién es Alex?" interrumpió el joven adinerado.

"Ya te explicamos, Alex es el segundo nombre de Yurik. Y como es más fácil de pronunciar, él prefiere que usemos ese nombre en vez."

"Pero Yurik también es fácil de decir, ¿no? No sé ustedes, pero yo no tengo problemas, lo puedo decir perfecto: Yuuuuriiiik, ¿ves?"

"Ya sé, Lasalo, pero..."

"Entonces, ¿cuál es el problema de llamarlo Yurik?"

"¡Lasalo!" exclamó Isabel porque ya no daba más, haciendo saltar al resto. "Yo soy el piloto y te digo que ahora tenemos más peso que antes. El Mario no va a poder pasar por encima de las montañas con esa carga. Créeme y punto. No trates de entender, ¿ya?"

"Ya pues," replicó él, "pero yo sí puedo pronunciar Yurik."

"¡Haremos fiesta!" repuso Isabel y, calmando su voz, añadió, "Samir, por favor cuéntanos tu idea."

"No es nada espectacular," inició el aludido. "Como ustedes saben, las famosas montañas son mucho más bajas de lo que se ven, estoy seguro las podría cruzar a pie. La cara de este lado es una pared que parece vertical, pero he podido notar, a primera vista, que no es difícil de escalar. Por el otro lado de la montaña, la pendiente es mucho más gradual, se podría bajar caminando sin grandes problemas. En el avión hay equipo para escalar, así que con eso dos de nosotros podemos atravesarlas. Pienso que podríamos volar hasta su base, de allí, otra persona y yo bajaríamos del Mario para cruzarlas a pie, y después volveríamos al avión que nos esperaría al otro lado. Yo hago escalada como deporte, así que conozco más o menos bien la cosa."

Todos asumieron que si Samir decía que sabía más o menos bien eso de escalar, era  un experto de primera en realidad.

"Puedo ayudar a quien me acompañe sin problemas," continuó él. "Sin el peso de dos personas, he calculado que el Mario podría sobrevolar los picos. ¿Qué piensas, Isabel?"

"Si sacamos a dos personas, tendríamos prácticamente el mismo peso que cuando las pasamos por primera vez. La nave va a temblar un poco, pero creo que sí deberíamos ser capaces de atravesarlas," respondió ella.

"¿Cómo así es que tenemos un equipo para escalar?" inquirió Mandi.

"Yo lo traje," volvió a intervenir Isabel. "No tenía la menor idea de cómo era la región por acá, y mucho menos de terminar encontrando esta llanura que no aparece en ningún mapa. No soy experta en eso de escalar, pero prefería tener el equipo en caso de emergencia. A lo mejor iba tener que utilizarlo para buscarte, Esteban," añadió ella mirándolo.

IntentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora