Intento 92

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"¿Que quieren que me siente en esa cosa para qué?" preguntó Lasalo sin dejar de mirar a 77 y 76.

¿Dónde rayos se encontraba? Él se había convencido que había soñado eso de estar dormitando como volando en la bruma, mas ahora Mandi y Samir lo habían despertado (¿o esto sería también parte de su sueño?) Ellos le pidieron..., no, casi rogaron que fuera a esa silla espantosa para que él pudiera volver a... (¿había escuchado bien?), a su planeta.

"¿De qué están hablando? ¿Dónde estamos?"

"Lasalo," dijo Samir con voz impaciente, "es la tercera vez que te lo explicamos; sé que es difícil de creer, pero al parecer estamos en otro mundo. Por el momento, solo una persona puede regresar y hemos decidido que seas tú. Para hacerlo, tienes primero que preparar tu cuerpo de tal manera que llegues sano y salvo. Y para eso debes sentarte allí."

"¡Ni hablar! ¿Y por qué yo?" cuestionó horrorizado el chico adinerado. "Debe ser algo peligroso si ninguno de ustedes lo quiere hacer," agregó en tono sospechoso.

"No es eso, Lasalo," intervino Mandi tratando de apaciguarlo. "Lo que pasa es que confiamos en ti. Necesitamos a la persona más fuerte, más inteligente y más yaba del grupo, para que pueda irse y después ayudarnos a nosotros a regresar también. ¿Quién mejor que tú?"

"Entiendo...," respondió el aludido. "Puesta la cosa así... Por supuesto que yo soy el mejor candidato, pero sentarme en esa silla..."

"No te preocupes, Lasalo," añadió ella con acento tranquilizador. "Sé que subirse allí daría miedo al más valeroso, por eso estamos seguros que tú eres el único que puede hacerlo."

"¡¿Yo?! Sí, claro..., yo soy el capitán del equipo, ¿no? Está bien, yaba pues."

Y antes que cambiara de opinión, la sobrina de Samuelsen lo llevó de la mano rápido a tomar asiento. Ni bien lo hizo, 76 acomodó los cables con velocidad y 77 bajó la palanca que produjo un carnaval de lucecitas en aquellos. Por un instante, pareció que el hijo de millonarios iba a protestar, no obstante, él cerró los ojos y quedó dormido cual náufrago al alcanzar la costa.

"¿Es normal?" preguntó la chica Vora un tanto inquieta.

"Pero, Mandi, ¿qué más que normal que Lasalo esté durmiendo?" contestó Alex riéndose.

"Es un hecho bastante común que el sujeto reaccione de esta manera durante el proceso amnésico," aseveró 77. "Sin embargo, por lo general aquello significa varios minutos, y en otros casos el participante no pierde la conciencia, solo se relaja. No es nada qué recelar, muy por el contrario, es conveniente porque hemos notado una correlación entre los individuos que se duermen y el tiempo que lleva el tratamiento."

"Sí. Es proporcional con su nivel de inteligencia. ¿Se acuerdan que les informamos que cuánto menos conexiones en sus neuronas, más rápido es el procedimiento? Un indicativo definitivo de eso es si se duermen o no," completó 76.

"Mejor nos prepararnos para salir, entonces, porque fijo que esto llevará solo unos segunditos," sugerió el pelirrojo riéndose.

De pronto, al que habló se le fue la sonrisa de la cara, los cables de la silla dejaron de brillar y Lasalo mutó de color, poniéndose de un bermejo intenso que parecía que fuera a explotar. Todos lo miraron llenos de ansiedad.

"¡Increíble!" exclamó 77. "¡Ya está!"

La piel del capitán del equipo volvió a su tonalidad original, sin embargo, él no abrió los ojos, aún parecía sumido bajo un sueño profundo.

"Ahora, solo tenemos que trasladarlo al cuarto aledaño, activar el túnel de convergencia y listo." explicó 76.

"No puedo creer que haya sido todo tan rápido. Lo mínimo que he escuchado acerca de la duración del proceso es dos horas, y eso es en teoría," agregó su colega autómata un tanto confundido.

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