Intento 138

122 19 53
                                    


 "No," pronunció Esteban, entretanto que el resto del grupo se encontraba mudo y paralizado, percibiendo los vivas y aplausos de las personas que habían asistido al lanzamiento.

Raymundo dirigió la vista a la ubicación donde debía estar sentado el famoso Jefe. Allí se hallaba Femi junto con Dimos, y lo que sus ojos también le mostraron fue... ¡¿Cómo?!! Pero ahora no era el momento de pensar en ello e inició abrirse paso con apremio entre la gente. Le urgía alcanzar el estrado, llegar al micrófono por el cual se podía comunicar con Nicola.

Al verlo partir, Isabel, Esteban y Samir salieron detrás. El Prof. Quispe los siguió un instante más tarde, aún buscando recuperarse de la carrera. Alex se quedó con Mandi, que había posado en el piso; la pequeña niña asimismo con él y sin poder evitar mirarla extasiado mientras trataba de comprender. ¿Había escuchado bien cuando alguien la llamó Vania?

La sala del evento no era muy grande. En breve do Santos se situó al lado del Jefe, lo que tomó por sorpresa a los presentes.

"¡¿Qué significa todo esto?!" reclamó el susodicho.

"¡Nicola!" gritó Raymundo, al asirse del micrófono, "¡aborta el lanzamiento!"

El chiquillo dio un sobresalto al oír esa voz conocida que le impartía una orden; ¿abortar el lanzamiento? ¿De qué rayos hablaba?

"¡Aborta! ¡Aborta!" repitió el inesperado intruso.

Nicola echó un vistazo al cronómetro que tenía al frente, rápido calculó que le quedaban cuarenta y dos segundos para abortar, sin embargo...

"¡Estás loco, Raymundo!" exclamó el Jefe en un tono de voz que jamás él le había advertido antes; uno que le reveló, que la persona que había conocido como Samantha Lloyd no era quien él pensaba.

"¡Aborta! ¡ABORTA!!!" volvió a repetir do Santos.

Treinta y tres segundos.

El amigo de Vania se hallaba paralizado: ¿qué hago?

El adulto leyó veloz el rostro del niño,

y el tiempo que quedaba,

Veintiocho segundos.

Era de lo más obvio, no podía esperar a que Nicola decidiera apretar el botón de aborto del lanzamiento.

"No sé qué te pasa, Raymundo, pero ahora está hecho y YO he salvado al planeta," pronunció Samantha.

Veintitrés segundos.

Los demás ya habían dado el alcance al científico del Instituto Van Leeuwenhoek.

"Estábamos equivocados," intervino el Prof. Quispe. "Si no abortamos de inmediato, es el fin de todos."

Quince segundos.

"Están locos," respondió entre dientes la mujer conocida como El Jefe.

Nicola aún no se movía: ¿qué hago?

Once segundos.

El hombre que irrumpió la ceremonia de modo desesperado miró a Femi y la agente entendió al instante lo que le decía: él iba a hacer el intento y se estaba despidiendo...

"¡NO, RAYMUNDO!!!" gritó ella.

Si él ingresaba a la habitación para detener el opuesto, el Juramento del Silencio iba a ponerse en acción...

Cinco segundos.

Las palabras de su entrañable compañera le llegaron cuando abría la puerta de la pieza de paredes de vidrio...

Tres segundos.

Raymundo cerró la puerta detrás de sí.

El silencio que los había abrazado hasta esos momentos, donde los espectadores del lanzamiento se convirtieron en testigos atónitos de lo que sucedía en el estrado, fue interrumpido por una explosión que vibró en los oídos de Femi con suma crueldad, explosión proveniente del cuarto en el que Raymundo do Santos acababa de entrar.

____________________________________________


Para Rogmary, talentosa autora, que está en una maratón de leer Intento. Espero te guste este capítulo final :)

IntentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora