Parte 5 Maratón (1/5)

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Listo jennvondy cumplió (aunque hizo trampa) los tratos se cumplen con ustedes Maratón sólo porque hoy es Martes y se estrena 2091 🎉🎉🎉
Ah y el vídeo de Volvamos


Diego se quedo viendola en silencio unos instantes, como la visión más hermosa que un simple mortal podía aspirar a ver en su vida. Luego se decidio; entró y cerró la puerta de la habitación detrás de él. Camino hasta la cama mientras Roberta no le quitaba los ojos de encima. Se quitó la chaqueta que llevaba puesta y la puso sobra la cómoda; Roberta subió los pies a la cama y se recostó boca arriba con las piernas levemente flexionadas, con las rodillas levantadas hacia arriba. Diego se sento en el borde de la cama y se quitó lo zapatos; luego se despojo de la camisa y la puso sobre la chaqueta, dejando su torso desnudo. Luego se quitó los zapatos y se dispuso a meterse a la cama.

El chico se acosto de lado, acomodandose al lado de Roberta, a la que tenía a su izquierda. Con movimientos ágiles levanto la sabana y la puso sobre él y sobre la muchacha; luego posó su mano derecha sobre el costado de ella y suavemente la deslizó hasta la espalda de la chica. Con delicadeza pero decisión la atrajo hacia él; ella puso una de sus manos sobre el hombro del chico, y quedaron los dos unidos en un estrecho abrazo, cara a cara, con sus rostros separados tan solo por unos centímetros.

Los dos se quedaron viendose por unos instantes que parecieron eternos, con una mirada intensa que hablaba mejor que un millón de palabras. Era una mirada que hablaba de amor y deseo, de una pasión que ambos sentían en lo más profundo de sus entrañas y que en ese momento les ardía como una maldita fiebre que amenazaba con consumir sus cuerpos. Pero también hablaba de temor, de los nervios que sienten unos adolescentes cuando sienten un amor de adultos para el que no estan preparados; cuando tienen miedo de estropear un sentimiento con las prisas que dictan sus cuerpos.

Roberta vio en los ojos de Diego toda la paz y seguridad que ella necesitaba; viendo esos ojos penso por primera vez en su vida que no estaba sola y que mientras estuviera con él no volvería a sentirse incomprendida y abandonada. Siempre había sido muy orgullosa y pensaba que no necesitaba de un hombre que la protegíera; pero ahora sentía que la protección de Diego era lo único que podía salvarla del mundo. Diego, por su parte, se sentía totalmente débil sí no tenía a Roberta a su lado; pero teniendola entre sus brazos como esa noche, se sentía el hombre más féliz sobre la Tierra.

Después Roberta ocultó su rostro en el pecho desnudo de Diego; sintiendo en su nariz y en su boca el contacto de la cálida piel de los pectorales del chico, la muchacha se excitó más de lo que lo había estado hace un rato frente al espejo. Sentía el hormigueo en la piel, y avergonzada se dio cuenta que estaba húmeda en su entrepierna; su sexo reflejaba la tensión sexual que crecía en su cuerpo. Tenía miedo de lo que haría sí Diego tomaba la inciativa en aquel momento.

Diego estaba enloqueciendo; el contacto con el cuerpo semidesnudo de Roberta estremecía todos sus sentidos. El roce de la cara de ella con su pecho era una sensación muy sensual; así como el frote de los cabellos pelirrojos de la muchacha con la boca y la nariz de él. El delicioso aroma del cabello recien bañado de Roberta era el perfume más afrodisíaco que había olido en su vida. Y el tacto de sus dedos con la espalda de ella, reconociendo su suave piel por encima de la camiseta le brindaba otro estímulo más. Además podía contemplar las voluptuosas curvas del sexy cuerpo de ella; sus hermosas piernas, sus senos relativamente grandes y bien formados, y su bello trasero. ¿Cuantas veces había soñado con hacerle el amor con salvaje pasión? Sin poder evitarlo sintio como una gran erección se estaba formando bajo su ropa interior y su pantalón.

Pero algo más importante le impedía a Diego tratar de dar rienda suelta a su deseo animal; a Roberta no sólo la deseaba, también la amaba. Y por más extraño y contradictorio que fuera, el hecho de que ella buscara su protección y se cobijara en sus brazos para encontrar sosiego le hacía sentirse tan dichoso como sí estuvieran haciendo el amor. No quería arruinar el momento y romper el lazo que había entre ellos esa noche; la necesidad de consolarla y protegerla fue más fuerte que su deseo. Además que saber que era responsable de la vida de otra persona era una sensación placentera; ¿queotra cosa podía ser el amor?

Entre Heroes y HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora