Entre Heroes y Hadas

Parte 65

¡Casi nada Téo...cuando llegamos el Director de la clínica nos dijo que lo estaban operando y que era...que era muy posible que se muriera! (dijo Luján y se ahogó en llanto por unos instantes)... ¡Por eso Roberta colapso y la mamá de Diego se desmayó! ¡Y sí Diego se muere Roberta se me muere Téo!...¡Yo la ví como se puso, la pobrecita casi se rompe las manos contra el piso, le sangraban los nudillos!...¡Sí Diego muere, ella se va a volver loca de dolor...va a perder la razón, neta! ¡Y yo no sé que voy a hacer, no voy a poder hacer nada por ella!...¡No quiero estar sola Téo, tengo mucho miedo, por favor ayudame...No me dejes sola mí amor, porque ya no puedo más, ya no puedo ser fuerte...! (Luján lloraba de una manera conmovedora, que desgarraba al corazón más frío)

-¡Luján escuchame...TE JURO...TE JURO QUE NO TE VOY A DEJAR SOLA!...¡No sé como pero voy a llegar allá muy pronto, y todos los chavos van a ir conmigo! ¡Todos vamos a estar con ustedes, pero ahora no te dejes vencer por favor!¡No te rindas bebe!

-¡OK...pero no tarden por favor, porque sí no a mí también me van a tener que sedar!

-¡Ya vamos para allá!

Cuando Téo colgó, fue acosado a preguntas por los demás; cuando les contó las malas noticias, el dolor y la angustia aumentó entre todos.

-¡NO HAY QUE PERDER TIEMPO! ¡NOS NECESITAN, VAMONOS! (dijo Miguel en plan de líder)

Todos se dirigian a la salida, cuando...

-¿¡Jóvenes, adonde van!? (exclamó el Director Pascual Gandía poniendose delante de ellos)

-¿¡No ha escuchado lo que le paso a Diego y al Secretario Bustamante!? (preguntó Miguel desesperado)

-¿¡Sí claro, pero adonde...!? (dijo Gandía nervioso)

-¡TENEMOS QUE ESTAR CON DIEGO!...¡Tenemos que ir a la clínica donde lo tienen, también porque Roberta está allá y está muy mal! ¡Tenemos que acompañar a los dos! (dijo Miguel)

-¡Pero es que...Yo no los puedo dejar salir! (dijo Gandía como con miedo)

-¿¡QUÉ!? (dijeron a coro todos)

-¿¡Gastón...sí está consciente de que a Diego le metieron un tiro y de que está entre la vida y la muerte o no!? (exclamó Miguel poniendose el dedo contra la sien como sí señalará a ver sí estaba en sus cabales)

-¡Claro jóven Arango, pero ustedes no tienen permiso de salida!

-¡Dios mío! (replicó Miguel tapandosé la cara con las manos en gesto de desesperación y fastidio)

-¡Señor Director, es Diego!...¿¡Como puede decir eso!? (preguntó Vico mientras lloraba angustiada)

-¡Señor Pascual, se trata de un caso de emergencia, no de una tontería...y yo voy a salir de aquí como sea porque se lo prometí a Luján! (dijo Téo furioso)

-¡Pero jóvenes las normas...!

-¡ME VALEN GORRO LAS NORMAS GANDÍA! (gritó Miguel)

-¡NO TENGO TIEMPO PARA ÉSTAS BABOSADAS! (gritó Giovanni y trató de seguir su camino, pero Gandía lo atajo por el brazo; y aunque Giovanni se soltó furioso, no pudo pasar)

-¡Jóven Méndez López, le ruego que...! (iba a decir Gandía)

-¡Escucheme Pascual...la mayoría de nosotros ya ha cumplido los 18 años, y por tanto somos mayores de edad! ¡No necesitamos permiso para salir de aquí, y sí tratan de retenernos sería una privación ilegal de nuestra libertad! (exclamó Miguel)