Entre Heroes y Hadas

Parte 179

-¡Buenos días Rob! (saludó Mía) ¡HOY...es tu gran día! ¡Apúrate y vamos a desayunar antes del masaje! Si alguna vez piensas en mí....quizás, tal vez.....

-¡Buenos días Mía! (alcanzó a decir Roberta mientras Mía se escabullía danzando por la casa,seguramente llevaba un buen rato despierta y se había dedicado a ir cuarto por cuarto despertando a la gente)

-¿Qué onda gatita? ¿Cómo amaneciste? (dijo Luján con voz ronca y los pelos revueltos y a la cara,el pijama descolocado y casi sin poder abrir los ojos)

-Pues muy bien,nerviosa. Por lo que veo a tí te despertó un león y tuviste que pelear,¿no? JAJA

-¡Un león hubiera estado mejor que no la loca de Mía saltando encima de mí y gritando y sin parar de cantar con el cabello revuelto y cara de no haber dormido demasiado! (concluyó una alterada,pero más despierta Luján) ¿Bajas a desayunar? (preguntó ya más calmada y recogiéndose el pelo en una coleta)

-Sí, pérame tantito que encuentre las cholas y bajamos juntas....

Alma y Mabel estaban desayunando con Mía en la cocina,ya que del salón habían retirado los muebles para poner las camillas para los masajes. El desayunó transcurrió normal, Alma comió por triplicado y puso más nerviosa a Roberta de lo que ya estaba,así que decidieron separarlas hasta que comenzara la boda.

Los trajes estaban cuidadosamente colgados,planchados y preparados para lucirse en las habitaciones de las chavas, y mientras,en el departamento de Diego se vivía un caos.

Ellos habían madrugado más, Martín y Franco estaban intenando ayudar a Diego a calmarse,pero la verdad es que Diego los calmaba a ellos. Giovanni,Tomás,Miguel,Santos y Téo habían llegado temprano también para ayudar y para vestirse allá con Diego. Tras desayunar,los chavos se dedicaron a estirar bien los trajes y colocarlos por el sofá,la cama de invitados y las sillas que había libres por la sala de estar.

Mabel y Alma disfrutaban de sus masajes en la zona más apartada del salón,así podían hablar de sus planes y regalos para la feliz pareja. Mía, Luján y Robertaestaban en el centro del salón con dos chavos por cada una de ellas que las estaban masajeando,uno se encargaba de quitar tensiones y estres trabajando las plantas de los pies y las piernas,mientras que el otro las daba un placentero masaje por la espalda. Luján se había quedado dormida de tanto que se había relajado y el no haber dormido casi nada fue el ingrediente final para un largo,profundo y fantástico sueño. Mía hablaba con Roberta sobre cómo sería su peinado.

-¡Ay no...qué horror! Tiene que ser algo muy "nice" y así,no puede ser un recogido ta feo como el de esta revista (dijo al mismo tiempo que mandaba la revista lejos de ellas) Espero que Henry me ayude a decirdirme, aunque OBVIO todo me va a quedar precioso y así pero tengo que lucir espléndida....¿tú que opinas,Rob?

-Me llamo Roberta, ¡¡R-O-B-E-R-T-A!! (dijo muy lentamente como cuando enseñan a un niño a hablar,para que aprenda bien la palabra)Y opino que con los pelos de Barbie que tienes te puedes hacer un semirrecojido.

-Ok, R-O-B-E-R-T-A (dijo Mía imitando el tono de voz que su hermana había usado con ella) Quizá tengas razón y sí me quede bien un semi...o sea también es muy fashion. Bueno ya,que Henry decida. ¿Y tú ya tienes pensado cómo vas a querer que te peinen?

-Sí (Mía iba a preguntarle por el peinado,pero Roberta se le adelantó) Y antes de que lo preguntes...¡NO TE LO VOY A DECIR!

-Pero...pero....¿por qué? (preguntó Mía como una niña pequeña cuando sus padres le niegan algo) Please..

-He dicho que no,es una sorpresa,ya lo verán en la iglesia.

Diego se había ido a la cocina para prepararse un jugo de naranja,necesitaba despejar su mente y descansar de ese par de celosos que iba a tener por suegros y le infundaban más nervios. Giovanni estaba jugando a la videoconsola con Tomás. Miguel y Santos platicaban sobre Lupita y Mía, aún no le habían contado a nadie lo ocurrido dos noches atrás, y para proteger a Lupita,él no lo diría hasta que ella estuviera lista para contarlo,no quería que nadie se metiera con ella y la pudieran lastimar. Cualquier temor o pensamiento negativo que Santos hubiera podido tener respecto a lo que pasó se disipó cuando despertó abrazado a ella y la susurró un tierno "te amo" para despertarla. Habían ido al apartamento de Julio regularmente esos dos dias desde la "desmonjificación". Lupita le había contado todo el plan y el operativo a Santos, no quería mentirle ni ocultarle nada. El haberle contado el operativo implicaba contarle que ella no era la chica a la que él persiguió por las calles del D.F,sino que había sido Tomás disfrazado, comentario que hizo que Santos estallara en carcajadas y no parara en diez minutos. Téo veía sólo veía cómo Giovanni y Tomás hacían apuestas estúpidas sobre los juegos y la boda de su amigo.